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Los avernos internos VIII, Los herejes

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Prócoro Hernández Oropeza Al salir del V círculo infernal, el de los iracundos y pereza, Dante y Virgilio descienden al 6º círculo, el de los herejes. Virgilio le dice a su alumno que este es el más bajo y el más oscuro y lejano del cielo que todo lo mueve, pero le dice que se tranquilice. Esa laguna que tanto hedor exhala, ciñe a toda la ciudad doliente, a la que no se puede entrar sin violencia. Luego divisó Dante una alta torre de ardiente cumbre de donde, de improviso aparecieron tres furias infernales. He mencionado en otras entregas que esos demonios o furias son nuestros propios egos, esos que viven en el infra consciente y pueden aparecer como grandes monstruos o demonios. Esas tres furias que, en esta obra La divina comedia, Virgilio le informa que son las feroces Erinias: la de la izquierda se llama Megera, la segunda Alecto, la que llora a la derecha y la de en medio es Tisifone. Son las diosas de la venganza y personifican el remordimiento por un delito cumplido ...

Los avernos internos VII, Ira y Pereza

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Prócoro Hernández Oropeza En el canto VII Dante y Virgilio llegan al quinto círculo, el de los iracundos y perezosos. Ahí los recibe Flegias, hijo de Ares y de Chyrse, rey de los lapitas. Flegias incendió el templo de Apolo en Delfos porque ese dios sedujo a su hija. Flegias es el barquero que transporta las almas en la laguna muerta de Estigia; Flegias es también la alegoría de la ira. Flegias, lleno de ira transportó a Virgilio y a Dante y se dirigieron a la ciudad de Dite, que está poblada de innumerables condenados debido a sus egos de ira y pereza. Al llegar a la orilla Dante vio a más de mil demonios llovidos del cielo que gritaban furiosamente, alegando que Dante no tenía por qué estar ahí, pues no había muerto. Su maestro los calma, no obstante, le pidieron a Virgilio que abandonara a Dante para ver si él solo podía seguir adelante o retroceder. Como para continuar tenían que atravesar una puerta hermética, esos demonios le dijeron a Virgilio: - “Ven tú solo, y qu...

Los avernos VI, Avaricia

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Prócoro Hernández Oropeza “Guarda el avaro su dinero para que lo derroche el heredero.” Dicho popular Después de abandonar el círculo donde están los golosos, Dante y su maestro interno, Virgilio, se encaminan al círculo de los avaros, que rige Plutón. Al verlos, Plutón les gritó palabras insultantes, hecho que atemorizó a Dante. Virgilio le dijo que no se preocupara, pues por grande que sea su poder no impedirá que desciendan a su dominio. Así que le dijo a Plutón. - “Calla, maldito lobo, consúmete internamente con tu rabia. No sin razón venimos al profundo infierno: así se dispuso allá en lo alto (su Ser lo manda), donde Miguel vengó la soberbia rebelión, la de los ángeles caídos. En este círculo se juzga a los avaros. ¿Qué es la avaricia? La avaricia es el deseo, ansia o afán desordenado de poseer y adquirir riquezas para acumularlas. Esta palabra procede del latín avaritĭa, y a su vez del verbo avēre (desear con ansia). Su contrario, la virtud es la generosidad y de...

Los avernos V, gula

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Prócoro Hernández Oropeza En el anterior círculo, el de la soberbia, apesadumbrado por las penas de las almas que encontró en ese parte infernal, Dante despierta y se ve rodeado de nuevos tormentos y atormentados; es el de los golosos. Describe que ahí se vive en una lluvia eterna, maldita, fría y densa, cayendo siempre al mismo tiempo y sin cambiar nunca.   Grueso granizo, agua sucia se precipitan a través del aire tenebroso y hace que la tierra, al recibirlos exhale un olor pestilente. El que controla ese dominio es el cerbero o cancerbero, el perro de las tres cabezas; por sus tres fauces simboliza la voracidad insaciable. Es el Canto VI, donde describe la ferocidad de este demonio; ladra a la manera de los perros con tres gargantas. Tiene los ojos bermejos, la barba grasienta y negra, el vientre ancho y las patas provistas de uñas con las que araña a las almas, las desgarra y descuartiza. En este tercer círculo, Dante y Virgilio continúan encontrando pecados inconti...

Los avernos internos IV

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Prócoro Hernández Oropeza Un dato que es importante señalar es que al ingresar a la puerta del infierno el guardián lo coloco 7 P en la frente. Estas pes significan los siete pecados capitales: Lujuria,, gula, avaricia, pereza, ira, envidia y soberbia. Antes del círculo de la soberbia se encuentra el Limbo. Aquí empiezan a descender al mundo sin luz, el primer círculo que rodea el abismo. En el Canto IV Dante habla de este círculo donde se encuentran las almas de aquellos que no pecaron, que no le bastaron sus méritos que pudieran haber contraído en vida para pasar a otros reinos. Algunas almas no se bautizaron; otros nacieron antes del cristianismo y otros más no adoraron debidamente a Dios y Virgilio se encontraba entre esos seres. Virgilio le dice a Dante que por tal defecto y por culpa alguna están ahí condenados. Su pena consiste en vivir en el deseo, pero sin esperanza. Dante le inquiere a su maestro si algunas almas han podido salir de aquí por méritos propios o por l...

Los avernos internos III

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Prócoro Hernández Oropeza En su marcha por los mundos infernales o inframundo, Dante mira, en lo alto de una puerta, la puerta del infierno, unas palabras escritas con colores oscuros: “Por mí se va a la ciudad doliente, por mí se va al eterno dolor, por mí se va con la perdida gente. La justicia movió a mi supremo autor, me hizo la divina potestad, la suma sabiduría y el amor primero. Antes de mí no hubo nada creado, con excepción de los seres creados, con excepción de los seres creados, y yo duro eternamente. Dejen toda esperanza los que entran”. Significa que antes del infierno y su puerta sólo existían los cielos, los ángeles y los elementos o los seres eternos, pero las humanidades cayeron, vino la rebelión de los ángeles, los ángeles caídos y en esos mundos infernales fueron recluidas sus almas cuando fueron derrotados. No significa que ese infierno forme parte de un castigo divino. Ahí van las almas que han cometido muchos errores y van a purificar su alma e irán a u...

Los avernos internos II

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Prócoro Hernández Oropeza En realidad, en la Divina Comedia, ese viaje al inframundo, no significa que Dante hay bajado al inframundo físicamente, es un viaje que hace a su propio hades o inframundo. En ese viaje, como lo explicábamos en la columna interior es guiado por su maestro encarnado en el poeta de Mantua llamado Virgilio, que es su maestro interior o su Ser. Este es el camino por los que han transitado los grandes maestros. Jesús bajó a este inframundo, Quetzalcóatl también tuvo que bajar al mundo infernal para vencer sus demonios, sus serpientes y se convirtió en la serpiente emplumada, lo mismo hizo Osiris, Buda y muchos maestros iluminados. No es un camino fácil, existen múltiples obstáculos, pues eso significa enfrentarse a sus propios demonios, a los guardianes del umbral que lo cuidan tan celosamente. En el canto II, Dante tiene dudas en proseguir su marcha hacia los círculos inferiores del averno. Dante le confiesa a su maestro: Poeta que me guías, mira ant...