Denise, la evangelista social
Prócoro Hernández Oropeza Thich Nhat Hanh: “Cuando mi boca desprende el aroma de las palabras correctas, una flor se abre en el jardín de mi corazón”. Todos los avataras o maestros cuestionaron en su tiempo las normas, sistema de creencias y formas de gobierno. Buda cuestionó al sistema de castas de la India, además de otras normas religiosas que iban en contra de la naturaleza del hombre. Buda sostenía: “Un hombre no se hace brahmán por dejarse el pelo largo, ni por familia, ni por nacimiento. El hombre en quien habita la verdad y la santidad exulta de alegría y es brahmán”. Jesús, años después, también cuestionó, no sólo a la religión judía, sino también a las antiguas escrituras y al orden social establecido, como las leyes de pureza, de la sexualidad, la ley del Shabbat y señaló que él no venía a poner paz en este mundo, sino a generar conflictos a revolucionarlo. Obviamente se refería la revolución interna de nuestra consciencia. En este planeta y país en que nos ha tocad