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Mostrando entradas de noviembre 1, 2015

La grandeza divina

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Prócoro Hernández Oropeza Entre tanta espina una delicada flor, esta frase copiada a una amiga escritora describe parte de nuestra vida cotidiana. No todo es perfecto, siempre existen altibajos, obstáculos, dificultades o contrariedades y el reto es cómo los superamos. Afirmaba mi maestro que en el terreno de la vida práctica se descubren siempre contrastes que asombran. Gentes adineradas con magníficas residencias y muchas amistades, pero a veces sufren espantosamente. O bien humildes proletarios de pico y pala o personas de la clase media que suelen vivir a veces en completa felicidad. El dinero no lo es todo. Es mentira que el dinero sea la fuente de felicidad o el éxito de una persona. Lo es sólo en el plano material, más no en otros planos como el mental, emocional o espiritual. Sostiene un dicho que con dinero baila el perro, aduciendo que cualquier individuo puede hacer lo que le diga alguien si le ofrece un pago. En otros tiempos, los políticos solían decir que nadie puede d

El festejo a la muerte

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Prócoro Hernández Oropeza Una canción popular mexicana, respecto a cómo los mexicanos vemos la muerte dice: Yo no le temo a la muerte más le temo a la vida, cómo cuesta morirse cuando el alma anda herida. Es la letra de la canción que compuso el artista Antonio Aguilar, denominada La Muerte. En esta canción Antonio aporta una de tantas visiones que los mexicanos tienen acerca de la muerte. Ahora que se celebra el Día de Muertos se hace necesario reflexionar sobre su significado, no sólo desde una visión ordinaria, sino de una perspectiva más profunda y abarcadora. Sí, pareciera que en México y me imagino que en otros países, aparentemente no tenemos miedo a la muerte o lo disfrazamos burlándonos de ella o satirizándola. La primera estrofa de dicha canción la retrata de esta manera: Viene la muerte luciendo mil llamativos colores ven dame un beso pelona que ando huérfano de amores. Tiene razón Antonio Aguilar, cómo cuesta morirse cuando el alma está herida. Aunque lo dice en un s