El purgatorio, los perezosos V
Prócoro Hernández Oropeza Cuarta Grada (La Pereza) En el Canto XVIII y XIX Dante describe la grada de la Pereza, en esto tuvo un sueño; en él se le aparece una sirena, quien le indica que con sus cantos atraía a los marinos y los seducía. Ulises para no escuchar sus cantos se tapó los oídos; son los cantos de esas sirenas que nos incitan a las pasiones mundanas, tales como la pereza. Luego se le aparece una mujer santa que la confunde y le grita llena de cólera: ¡Oh, Virgilio, Virgilio! ¿Quién es esta? Virgilio se acercó a la mujer sirena, le rasgó las vestiduras y la descubrió por delante mostrándole a Dante su vientre, y el hedor que de él salía le despertó. Virgilio le dice a su alumno: - Tres veces por lo menos te he llamado. Levántate y busquemos la puerta por la que has de entrar. Antes, Dante le pide a Virgilio que le explique qué es el amor al que reduce todo buen obrar (diligencia) y su contrario (pereza). Virgilio le dice: - El alma, que es creada capaz para ama