Recordando a Sabines
Prócoro Hernández Oropeza Jaime Sabines, que hoy cumple 15 años de fallecido, fue uno de los poetas que me fascinó en su momento por la sencillez, la frescura y la profundidad de su poesía. A veces un verso, dos versos o todo el poema calaba hondo en mi corazón. En otros poetas, en cambio, es necesario buscar aquella frase, imagen o metáfora que impacte a mi alma. La poesía es una bendición o un don del corazón porque viene, no de un acto fortuito o de una simple inspiración mental. No, es un mensaje casi divino porque sus versos, como los lenguajes divinos, son de alta vibración. No por casualidad Sabines afirmaba que la poesía es “un acto gratuito, un misterio tremendo al que hemos buscado durante años en nuestra juventud, en ese encuentro tremendo de las palabras con el misterio de la vida. La poesía es un suceso, un acontecimiento, una ocurrencia de todos los días”. Sabines no creía en los poetas de la vocación, sino en los poetas del destino, porque la poesía es como una mal