En busca de respuestas
Prócoro Hernández Oropeza Nací en un pueblo pintoresco, rodeado de montañas, cuatro montañas se divisan desde las ventanas de la casa de mis amados padres. Y desde pequeño me preguntaba que había más allá de ellas, qué gentes, poblaciones, culturas habitaban atrás del Popocatépetl, Iztaccíhuatl o del Pico de Orizaba. Y también me preguntaba si algún día podría rebasar los límites de lo que alcanzaban a ver mis ojos. Pero también me preguntaba por qué había nacido en ese pequeño pueblo con esta familia, con estos padres. Atisbaba en el cielo, que por las noches cuando no había luna, se divisan millones de estrellas, la Vía láctea que me imaginaba un camino por donde transitaban los ángeles. Eran muchas las preguntas que había en mi corazón y a las que no encontraba respuestas. Con el paso del tiempo, pude emigrar hacia otras ciudades, conocer otros pueblos, culturas y gentes, pero no había respuestas claras acerca de por qué había venido a este planeta. La religión daba algunas