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Mostrando entradas de abril 12, 2015

El país que merecemos

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Prócoro Hernández Oropeza Por cuestiones kármicas, tal vez, nos ha tocado vivir en este país, con la personalidad de mexicanos o colombianos y con todos envoltorios ideológicos, políticos, sociales y religiosos que implica poseer esta identidad. Es un México de múltiples confrontaciones, con mucha riqueza, vasto territorio, costumbres y diversidad geográfica, étnica, cultural, política y religiosa. Como mexicanos o como cualquier ciduadano del mundo deseamos, yo cuando menos, poseer un país de gente respetable, culta, amable, solidaria, equitativa, compasiva y amorosa. Una patria donde todos y cada uno de los mexicanos podamos vivir en hermandad y con las mismas oportunidades de crecimiento y desarrollo, tanto material, como humano y espiritual, respetando la diversidad o admitiendo la diversidad en la unidad. Nuestra realidad es otra, de grandes contrastes; muchos pobres pocos ricos, una tierra generosa pero no todos los mexicanos gozan de esa abundancia. Una democracia que se co

El vacío de la mente

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Prócoro Hernández Oropeza Cuando una persona se pone a meditar intenta acallar la mente y entrar a un profundo silencio. No obstante cuando no tiene control de esa mente loca, cualquier ruido, por insignificante que sea le provoca distracciones, lo hace salir de la meditación o le lleva al enfado. He conocido incluso maestras de yoga que cuando imparten sus clases y afuera alguien provoca ruidos, por ejemplo golpear una pared o encender un auto, manda a uno de sus alumnos a decirles se callen mientras dura su clase. Una persona que posee control de su mente puede mantener la calma, aún en medio de una calle ruidosa o una estación de trenes, ante una gran tormenta. Anthony de Mello ilustra esta situación con un cuento denominado Vacío. “En ocasiones, los ruidosos visitantes ocasionaban un verdadero alboroto que acababa con el silencio del monasterio. Aquello molestaba bastante a los discípulos; no así al maestro que parecía estar contento con el ruido como con el silencio. Un día,