El país que merecemos
Prócoro Hernández Oropeza Por cuestiones kármicas, tal vez, nos ha tocado vivir en este país, con la personalidad de mexicanos o colombianos y con todos envoltorios ideológicos, políticos, sociales y religiosos que implica poseer esta identidad. Es un México de múltiples confrontaciones, con mucha riqueza, vasto territorio, costumbres y diversidad geográfica, étnica, cultural, política y religiosa. Como mexicanos o como cualquier ciduadano del mundo deseamos, yo cuando menos, poseer un país de gente respetable, culta, amable, solidaria, equitativa, compasiva y amorosa. Una patria donde todos y cada uno de los mexicanos podamos vivir en hermandad y con las mismas oportunidades de crecimiento y desarrollo, tanto material, como humano y espiritual, respetando la diversidad o admitiendo la diversidad en la unidad. Nuestra realidad es otra, de grandes contrastes; muchos pobres pocos ricos, una tierra generosa pero no todos los mexicanos gozan de esa abundancia. Una democracia que se co