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Mostrando entradas de marzo 20, 2016

La pasión de Cristo

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Prócoro Hernández Oropeza La semana santa o semana mayor, que debiera ser para recordar aquella gran pasión que vivió Jesús en el monte Calvario, se ha convertido en una gran diversión, en días muy esperados para ir de vacaciones. La mayoría busca las aguas de mar o de albercas, no como un acto de purificación o de bautismo, sino el pretexto para disipar el cansancio de una vida cansina, la depresión, el estrés, la cotidianeidad. Tampoco debe celebrarse con el drama, tristeza y sufrimiento con el que la celebran algunas iglesias cristianas. Más bien con la certeza y el júbilo de que Jesús murió por amor a la humanidad, por eso es llamado el Cristo más amado por Dios y el que más ha amado y además predicó el amor con el ejemplo. No son días de guardar, ni meditar en la trascendencia de nuestra vida ordinaria, sino para continuar con la mecanicidad de la vida, como un respiro para luego continuar con el trajín del día a día. Para muchos Jesús es, acaso un mito del pasado, un mesía

De utopías e imaginarios

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Prócoro Hernández Oropeza “No hay nada mejor que imaginar otros mundos para olvidar lo doloroso que es el mundo en que vivimos.” Umberto Eco. Los escritores y filósofos suelen encontrar soluciones a veces rápidas o prácticas, en otras meras utopías a situaciones que perturban nuestra paz, armonía, felicidad. Y tienen razón, este mundo es complicado, doloroso a veces, y pareciera que no se vislumbra un cambio que prometa un final feliz. Los finales felices son sólo de aquellos cuentos, historias o leyendas, donde el escritor intenta darnos esperanzas de que no necesariamente nuestra vida termine con finales cruentos o dolorosos. O también para proporcionarnos un poco de respiro ante los dramas cotidianos a los que nos enfrentamos día con día. Umberto Eco, ese gran semiólogo y escritor italiano lo reafirma cuando dice que no hay nada mejor que imaginar otros mundos para olvidar lo doloroso que es el mundo que nos rodea. Es por ello que tienen éxito las novelas, las películas, el te

La primavera y nuestra desconexión

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Prócoro z Hernández Oropeza En esta ciudad del pacífico, lo mismo que en otras del estado, como Guadalajara, crece un árbol que se denomina Primavera, su nombre científico es Tabebuia donnell-smithii Rose. Cuando florece es una explosión de amarillo, blanco o violeta. Los más comunes en Puerto Vallarta son los de flores amarillas y por lo regular florece en marzo, justo con la llegada de la primavera. Pero este año sus flores se abrieron en febrero, algo inusual. Pese que antes del crecimiento urbano de la ciudad, este árbol era muy común, aún quedan varios en distintas partes de la ciudad y cuando afloran la engalanan con esa belleza solar. Y justo cuando acabaron de florecer, llegó una corriente de frío muy intensa, de tal suerte que varios estados del país, incluyendo las montañas que rodean a esta ciudad se cubrieron de blanco, en algunas con nieve y en otras con aguanieve. El frío fue intenso como no se había sentido en este paraíso tropical. Es posible que estos árboles pre