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Mostrando entradas de febrero 22, 2015

Meditación, pan de los sabios

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Prócoro Hernández Oropeza Si en verdad deseamos descubrir nuestra mismidad debemos buscar hacia adentro, a nuestro interior. La mejor forma para ello es a través de la meditación. Existen múltiples técnicas, corrientes o caminos acerca de la meditación. Los maestros dicen que quien busca encuentra. Si anhelamos un verdadero cambio en nuestra personalidad, en nuestra forma de ser, se hace necesario buscar ese camino para ir a hacia nuestro interior, ahí donde se encuentra la fuente de la sabiduría, de la verdad, la luz, el amor. Existen caminos largos y caminos cortos, todo dependerá del anhelo por llegar a esa fuente. Anhelo no significa ansiedad o desesperación cuando no podemos acceder a la meditación. Para algunos es fácil, en otros, la mayoría es difícil. Es como todo en nuestra vida, se requiere de práctica hasta que logremos dar con el método apropiado o el camino seguro para transitar a nuestro interior. La dificultad mayor radica en cómo detener esa mente parlanchina o desbo

El lenguaje divino

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Prócoro Hernández Oropeza Desde pequeño me he preguntado cómo surgió el lenguaje, quién fue el artífice de tan sofisticado asunto y luego de poseer el tiempo para designar a cada cosa, objeto o situación que nos rodea con su nombre. Y como sabemos existen múltiples lenguajes, unos vivos, otros ya en desuso o desaparecidos, otros dominantes y casi universales y los demás localistas o regionales. En la palabra se aprecian tres aspectos: la palabra escrita por un lado, el sonido por el otro y además su significado. Podemos ver la palabra escrita, conocer su sonido, pero si desconozco su significado no sabré descifrarlo. Cada lenguaje encierra muchos enigmas, uno de ellos es acerca de su fuente. Es impensable afirmar que el lenguaje, cada palabra fue inventada por un grupo de personas a lo largo de muchísimas centurias. Es probable, como lo sostiene el gran teósofo y gnóstico Krum Heller que todos los idiomas y dialectos provienen de un lenguaje divino, una lengua perfecta, infinita,