Juzgar o no juzgar
Prócoro Hernández Oropeza “Si nosotros somos tan dados a juzgar a los demás, es debido a que temblamos por nosotros mismos.” Oscar Wilde (1854-1900) Dramaturgo y novelista irlandés. El acto de juzgar es uno de los graves defectos o hábitos que hemos aprendido desde niños. Juzgamos porque en nuestra psique se nos ha enseñado a discriminar en base a la dualidad feo-bonito, malo-bueno, grande-pequeño, tonto-inteligente, frío-caliente. La discriminación en base a esa dualidad forma parte de nuestros programas y desde ellos y en base a ellos etiquetamos a las personas, cosas o al mundo. Cuando algo no va de acuerdo a nuestros parámetros entonces colocamos una etiqueta mental como me agrada, no me agrada, es tonta o fea. Nos identificamos con esa parte de oscuridad o basura mental que existe en nuestra psique y descalificamos a las personas. Nicolás Maquiavelo (1469-1527) historiador, político y teórico italiano afirmaba al respecto lo siguiente: “En general, los hombres juzgan