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Mostrando entradas de noviembre 24, 2019

El purgatorio, la lujuria, VII

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Prócoro Hernández Oropeza Subiendo a la séptima terraza, Dante se pregunta cómo es posible para almas incorpóreas tener el aspecto descarnado de las almas siendo privadas de comida aquí. En el Canto XXV Dante explica cómo se ven las almas que están en esta sexta esfera, la de la gula. – “toda esta gente que canta llorando, por haberse entregado a la gula sin medida, se santifica por la sed y el hambre. El aroma que se exhala de la fruta y el agua que difunde su rocío sobre ese follaje (Alude a un árbol), aumentan el deseo de comer y beber”, pero no pueden alcanzar esos frutos. Todas esas almas tenían los ojos oscuros y hundidos, las caras pálidas y tan consumidas que la piel seguía la forma de los huesos. Séptima Grada (La Lujuria) En el Canto XXV Virgilio, Dante, y Estacio arriban a la séptima terraza, la terraza de la lujuria que tiene una inmensa pared de llamas a través del cual todos deben pasar. Almas arrepintiéndose del deseo sexual mal dirigido se ejecutan a través

El purgatorio, Avaricia y gula VI

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Prócoro Hernández Oropeza Quinta Grada y Sexta Grada (La Avaricia y Gula) En las tres últimas terrazas se encuentran los que pecaron por amar buenas cosas, pero amándolas excesivamente o desordenadamente. En la quinta terraza, la excesiva preocupación por los bienes terrenales, ya sea codiciosamente o extravagantemente, es castigada y purificada, y los avaros y los adinerados yacen boca abajo al suelo, sin posibilidad de moverse. Dante describe que recorriendo la hendidura de la roca que daba paso a quienes suben hasta llegar al lugar donde se toma la vuelta, cuando hubo salido al quinto círculo o grada vio en él gente que lloraba tendida en el suelo bocabajo. Sus oraciones son, "Mi alma está adherida al polvo, vivifícame con Tu Palabra,”, una oración que expresa el deseo de seguir las Leyes de Dios (Canto XIX). La codicia o avaricia siempre desea más. Independientemente de lo mucho o poco que se posea, el yo de la codicia nunca está satisfecho, piensa que merece y