El purgatorio, la lujuria, VII
Prócoro Hernández Oropeza Subiendo a la séptima terraza, Dante se pregunta cómo es posible para almas incorpóreas tener el aspecto descarnado de las almas siendo privadas de comida aquí. En el Canto XXV Dante explica cómo se ven las almas que están en esta sexta esfera, la de la gula. – “toda esta gente que canta llorando, por haberse entregado a la gula sin medida, se santifica por la sed y el hambre. El aroma que se exhala de la fruta y el agua que difunde su rocío sobre ese follaje (Alude a un árbol), aumentan el deseo de comer y beber”, pero no pueden alcanzar esos frutos. Todas esas almas tenían los ojos oscuros y hundidos, las caras pálidas y tan consumidas que la piel seguía la forma de los huesos. Séptima Grada (La Lujuria) En el Canto XXV Virgilio, Dante, y Estacio arriban a la séptima terraza, la terraza de la lujuria que tiene una inmensa pared de llamas a través del cual todos deben pasar. Almas arrepintiéndose del deseo sexual mal dirigido se ejecutan a través