De sueños y otros cuentos
Prócoro Hernández Oropeza Parte 1 De niño siempre soñaba con serpientes. Cuando llegaba la noche me daba pánico ir a la cama. Si para mis hermanos ir a dormir era un placer, no para mí. En cuanto me quedaba dormido tenía sueños terribles. En mi pueblo había muchas serpientes y eso era quizás el motivo de mis pesadillas. Había serpientes venenosas y otras que no eran peligrosas, especialmente las llamadas serpientes de agua, las de color verde. Pero las grises con cascabel eran venenosas. También había coralillos, linces, cempoates y escorpiones. La gente de mi pueblo le tenía mucho miedo especialmente a esta sierpe, la de cascabel, y en cuanto veían una la mataban. Algunas las clavaban en una penca de maguey, a pesar de que ellas no atacaban por atacar, sólo si se les provocaba. Por lo regular cuando encontrábamos alguna, huía, pero el mito de que eran malas de inmediato generaba una reacción de miedo y odio a la vez. Posiblemente el mito de que fue una serpiente la