Qué será de mi
Prócoro Hernández Oropeza Debido a todos los gastos que se generaron por las compras navideñas y de fin de año, a enero se le ve con respeto o hasta con cierto pesimismo. Para algunas personas les resulta un poco complicado debido a que se sobregiraron, no sólo en cuestión de dinero, también en alimentos, bebidas, emociones y la satisfacción de sus múltiples deseos. No es casual que se le nombre la cuesta de enero. La cuesta porque se deben soportar sacrificios para salvarlo, entre ellos bajar de peso, saldar las deudas y sobre todo poner nuevamente los pies en la tierra y volver a replantear o a fijar nuevas metas. A falta de dinero, unos van con los prestamistas a empeñar sus joyas o lo que tengan a la mano. Otros desean dejar su vicio, sea del alcohol o el cigarro, también en el consumo de alimentos. Otros en ser más precavidos en sus gastos, ahorrar o encontrar un mejor trabajo. Unos más aplicarse en el estudio o rediseñar sus negocios. Son los llamados buenos deseos de año nuev