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Mostrando entradas de noviembre 9, 2014

Las limitaciones mentales

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Prócoro Hernández Oropeza La mayor parte de nuestras limitaciones son mentales, no hay duda. Las causas son las creencias, hábitos, costumbres, valores, mitos, paradigmas, miedos y una educación que se basa en la competencia. Esas limitaciones nos impiden ver el bosque y no podemos mirar que hay más allá de las ramas de un árbol. Cuando Henry Ford pidió a sus empleados la construcción del motor de V8 cilindros, sus técnicos sostenían que era imposible. Ford les pidió que se salieran de sus límites (mentales) y les mostró una maceta. Les dijo: vean esta maceta, debido a que su espacio (el macetero) está reducido, esa planta ya no puede crecer más, pero qué pasa si la cambio a un macetero más grande, por supuesto que va a crecer. ¡Sálganse de sus límites y encontrarán la respuesta! En efecto, tiempo después sus técnicos lograron construir el motor V8. Nuestros límites mentales son un obstáculo para nuestro crecimiento, no sólo material, sino también espiritual. Uno y otro no riñen, s

La música y el alma

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Prócoro Hernández Oropeza ¿Qué sería de los humanos sin la música? Sin duda un mundo sórdido, triste, apagado, sombrío. Es a través de la música que el hombre le canta a sus penas y a sus glorias, a la tristeza y al amor. A través de ella podemos trasladarnos de la nostalgia o tristeza a los estados más sublimes del alma. Recuerdo aquellos tiempos de estudio en la ciudad de México, allá en los 80’s. Después de vivir en el pacífico, primero en Mazatlán, luego en Puerto Vallarta, donde el don de gentes, la naturaleza, el mar son maravillosos, vivir en una gran urbe, era para mí como algo no muy halagador. La ciudad de México tiene indudables encantos también como su cultura, sus teatros, universidades, el centro histórico con tantas postales de recuerdos, arquitectura, vendimias y pasiones, pero también es una ciudad con mucho ajetreo; una ciudad que camina con prisa. Todos allá parecen perseguidos por el tirano del tiempo. Pero el recuerdo del que les hablo son aquellas islas que a al