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Mostrando entradas de diciembre 10, 2017

Las máscaras de la ira I

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Prócoro Hernández Oropeza Todos hemos experimentado el enojo o ira, en diversas ocasiones y con distintos niveles, gradientes o matices. Algunos nos hemos acostumbrado a este rasgo psicológico, que más que emocional es psicológico. Sí, porque muchas corrientes, sobre todo psicológicos sólo lo perciben y definen como una emoción humana totalmente normal y por lo general, saludable. Y consideran es peligrosa sólo cuando perdemos el control de esta emoción y se vuelve destructiva y puede ocasionar muchos problemas en el trabajo, en las relaciones personales y en la calidad general de vida. Otras corrientes incluso sostienen que el enojo, siendo poderoso y negativo, nos puede servir como nuestro maestro. El enojo nos puede enseñar quiénes somos realmente, qué es importante para nosotros y la manera de lidiar con la adversidad y la frustración. Podemos aprender del enojo, y en el proceso, manejarlo no sólo a él sino también a nosotros mismos. En verdad se  quedan cortas y hasta enm

El vino nuevo

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Prócoro Hernández Oropeza Cuando Jesús habló del vino nuevo, se refería a la nueva enseñanza, el nuevo conocimiento y para que este conocimiento floreciera se requería un odre nuevo. –Nadie corta un trozo de un vestido nuevo para arreglar un vestido viejo. De hacerlo así, echará a perder el vestido nuevo; además el trozo nuevo no quedará bien en el vestido viejo. Ni tampoco se echa vino nuevo en odres viejos, porque el vino nuevo hace que los odres revienten, y tanto el vino como los odres se pierden. Por eso hay que echar el vino nuevo en odres nuevos. Marcos 2.22. Significa que los grandes maestros han venido a mostrarnos el camino a través de metáforas, cátedras, de profecías o mensajes, pero aun así no cambiamos nuestra forma de pensar, ni de actuar. El recipiente viejo o el odre viejo es la mente, son los pensamientos tóxicos, las emociones negativas; es una mente decrépita llena de hábitos viejos, regida por costumbres, creencias y dogmas. Grandes obstáculos son los que no