En busca de la verdad
Prócoro Hernández Oropeza La mente humana, a pesar de todos los descubrimientos tecnológicos y científicos, nunca está satisfecha. Siempre busca más conocimiento, más información, más datos que traten de explicar la existencia de todo lo que nos rodea. Miles de hipótesis, libros y tratados se han escrito para tratar de encontrar la verdad. Pero esa verdad es limitada, incompleta y por lo mismo no satisface a nadie. A propósito Kant, el gran filósofo alemán del siglo XVIII, afirmaba que la mente a fin de cuentas llega a un punto del cual no puede traspasar. Y es que el intelecto no puede dar respuestas a preguntas como: ¿Cuál es el propósito de la vida? ¿Quién soy? ¿Dónde iré cuando muera? ¿Es la muerte el fin de todo? No se puede buscar la verdad con el intelecto, porque es sólo un instrumento limitado, finito. Los grandes avatares, maestros o santos han podido ver el pasado, presente y futuro, pero no con el instrumento de esa mente limitada, sino con el intelecto superior o llama