Reflexiones sobre Semana Santa
Prócoro Hernández Oropeza El simbolismo de Semana Santa ha cambiado con el paso del tiempo. Recuerdo en mi niñez, en mi pueblo se celebra con gran pasión la Muerte y Crucifixión de Jesús. Cargando una figura de Jesús, el Cristo, se teatraliza el recorrido de la pasión y Muerte de Jesús, con sus tres caídas y la muerte final. Todos los preparativos que se celebran se hacen con mucha solemnidad y, sobre todo, con sufrimiento y tristeza y esa energía se irradiaba en todo el pueblo de tal manera que esos días me parecían grises y tormentosos. Sin embargo, estas representaciones que las iglesias, sobre todo las católicas, realizan de Jesús están muy limitadas. Sólo se detienen a reverenciar al Jesús histórico, no al gran Cristo en qué él encarnó. No murió, bien lo sabemos y sigue vivo ahora como un gran Cristo universal y cómo él han venido muchos otros cristos. Samael Aun Weor menciona que entre los persas, Cristo es Ormuz, Ahura Mazda, el terrible enemigo de Ahriman (Satán) que l