Reflexiones sobre las piedras
Prócoro Hernández Oropeza Es posible que todos nos hemos tropezado con una piedra o hemos utilizado una de ellas en algún apuro, sea para golpear algún objeto, para ser usada en una honda o en una resortera o para defendernos de algún demonio. De chico, recuerdo que jugábamos con una resortera o una honda y con ella espantábamos pájaros o la hacíamos de cazadores. El escritor rumano, Mircea Eliade (Bucarest, Rumania, 9 de marzo 1907 - Chicago, Estados Unidos, 22 de abril 1986) filósofo, historiador de las religiones y novelista rumano estima que no podríamos decir si los hombres adoraron alguna vez las piedras como tales piedras… una roca, un guijarro son objeto de una respetuosa devoción porque representan o imitan algo, porque vienen de algún sitio. Es verdad, cuando veo miles de piedras en el malecón, la mayoría con formas caprichosa y bien pulidas, algunas casi redondas, otras que semejan rostro de mujeres o de animales. Siempre me he preguntado desde qué sitió vendrán,