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Mostrando entradas de noviembre 24, 2013

Buenos días, buenas tardes

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Prócoro Hernández Oropeza En todos los pueblos y culturas se usa una o más palabras para expresar el saludo o despedida. En México se usa la palabra Buenos Días. Con esa palabra se solía saludar a cualquier persona, aún siendo desconocida. Era una falta de respeto no dar el saludo de buenos días. Buenos días, buenas tardes, hasta mañana, buenas noches, palabras que mecánica o conscientemente expresa un deseo positivo y alentador. En las grandes o medianas ciudades donde las relaciones humanas se han complicado o masificado, es imposible saludar a todos con quienes nos topamos en el camino con el buenos días o buenas tardes. Es casi imposible y en todo caso será cuestión del ánimo con que nos despertemos. No me había dado cuenta que había caído en el mecanicismo o robotismo. Caminamos imbuidos en miles de pensamientos, hecho que no nos permite mirar a las personas que se cruzan en nuestros caminos. Subimos aun camión, nos sentamos al lado de alguien y ni siquiera cruzamos una palabra

La rendición y la renuncia

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Prócoro Hernández Oropeza La palabra rendición posee varios significados. El más conocido quizá se da en el argot militar cuando el enemigo, luego de una intensa y cruel batalla, se ve obligado a rendirse, a entregar las armas a sus adversarios. Eso mismo ocurre en nuestro interior cuando, consciente o inconscientemente nos rendimos ante el enemigo, sea este el miedo, la tristeza, el orgullo, la vanidad, la lujuria, la codicia… nos rendimos y nos convertimos en esclavos de nuestros deseos, pensamientos, emociones, de nuestros yoes. Pero también existe otra connotación que tiene que ver con soltar, dejar ir, fluir la tristeza, el miedo, el sufrimiento, el dolor. Esto sucede cuando nos desapegamos de nuestros deseos, de nuestras pasiones. O mejor dicho, cuando nos desidentificamos de esas ilusiones del yo y descubrimos que somos más que esas sombras. Eckhart Tole sostiene que el universo fenoménico entero existe debido a la tensión entre los opuestos. Caliente y frío, crecimiento y d

Estoy cantando

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Prócoro Hernández Oropeza Cantar es una forma de expresar los sentimientos del alma. Pero como hemos visto, en el alma se albergan dos sentidos opuestos de esos sentimientos. Podemos cantarle al amor, a la vida, a la alegría o bien expresar esa parte oscura de nuestra alma, de nuestra vida, al sufrimiento. A través de la música, del canto, podemos glorificar o ensalzar la cotidianeidad humana o destruirla, estropearla, hacerla más vil y sufrida. Cierto, todo tipo de música, con sus acordes, ritmos y estructura nos mueve y conmueve, nos despierta emociones y sentimientos, alegrías o pesares. Por lo visto, la música que cantamos o escuchamos es la manifestación de nuestro estado interior. ¿Cuál es ese estado interior? indudablemente es la cantidad de amor o de luz que poseo en mi interior, o su contrario, sufrimiento, miedos, resentimientos, ira, orgullo, celos, envidia, sombras. Dime que escuchas y te diré quién eres. Todos hemos, aunque no tengamos la voz educada o templada para