La fascinación y el ensueño
Prócoro Hernández Oropeza Cuando soñamos pensamos que las vivencias que se viven en ese sueño son tan reales y nos identificamos con ellas de tal suerte que no nos damos cuenta que sólo es eso, un sueño. Nos percatamos sólo cuando despertamos. Pero despertamos y seguimos soñando y creemos que esa es nuestra única y verdadera existencia. Lo es y no. Lo es en tanto lo que vemos, sentimos, olemos, tocamos, degustamos, oímos son percibidos por nuestros cinco sentidos y pensamos seriamente que eso es la realidad. Lo que percibimos con esos cinco sentidos es muy limitado; existen otras realidades que sólo se pueden percibir por otros sentidos, los del espíritu. Para llegar a esos niveles de aprehensión se requiere de mucho trabajo interior como meditación, auto observación, control mental y trascendencia del Ser. Esa trascendencia sólo puede ser posible desidentificándose de todo lo que percibimos por los cinco sentidos. Esto significa que sólo mediante la auto observación podemos evit