La era de hierro
Prócoro Hernández Oropeza Holanda y Suecia son dos países que aportan grandes lecciones en cuanto al delito se refiere. A falta de delitos, pero sobre todo a la aplicación de políticas para prevenir y evitar el delito, además de la legalización de algunos tipos de drogas, les ha permitido cerrar cárceles, algo insólito para la humanidad en el planeta. Insólito o increíble porque las cárceles en nuestro país y en el resto del mundo son insuficientes y además nunca jamás son centros de regeneración delincuencial. Al contrario se han convertido en verdaderas escuelas del delito. Muchos delincuentes son los que controlan las cárceles y desde ahí operan impunemente. En esta ciudad, como en otras se sabe de la práctica de extorsión mediante llamadas celulares. El factor sorpresa es su principal arma. El afectado recibe una llamada en donde un tipo, con voz amenazante, le pide a la víctima que salga de su casa y se dirija hacia un punto, puede ser un hotel, una escuela, un parque. De no ha