Por la paz Interior, despertando al amor
Prócoro Hernández Oropeza La paz es un anhelo de muchos hombres que buscan armonía, justicia y amor en este planeta. Pero pareciera que las fuerzas oscuras, los amantes de la muerte y el sufrimiento tienen más peso y se imponen a la cordura y la esperanza de lograr un estado pleno de armonía y paz. Si observamos cómo se mueven estas energías en el mundo no existe paz, la humanidad sigue envuelta en crisis permanentes, en graves conflictos, no sólo entre hermanos de un país, sino en desavenencias regionales o entre naciones. La paz es un anhelo que parece inalcanzable para muchos. Los amantes de la maldad se hacen cada vez más crueles, insensibles y demoníacos. Torturan a sus víctimas, les cortan las manos, los descuartizan y desaparecen o llegan a escuelas y disparan contra indefensos estudiantes y maestros. Otros fanáticos colocan bombas en donde se les pega la gana y destrozan vidas inocentes a mansalva en nombre de un Dios esquizofrénico que sólo está en su mente. Dios o el o