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Mostrando entradas de enero 29, 2017

La avaricia, otro de los grandes vicios

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Prócoro Hernández Oropeza Además de la ira y la lujuria, dos grandes agregados psicológicos o egos que tienen dominada a la humanidad, la avaricia es otro demonio que controla los resortes más tenebrosos de la máquina humana. El avaricioso es aquel que tiene una afanosa necesidad de poseer muchas riquezas por el solo placer de atesorarlas sin compartirlas con nadie. No le importa cuánto daño haga a sus semejantes, sean amigos, empleados o clientes sólo le importa seguir acumulando riquezas, posesiones y fama. Aunque esta última más bien pertenece al ego del orgullo, operan en complicidad para lograr su éxito. La avaricia se viste con diferentes ropajes o manifestaciones, desde la usura, fraude, explotación, extorsión, robo, corrupción, falta de misericordia. Para San pablo, la avaricia es la raíz de todos los males y la define como una forma de idolatría. A estos vicios se les considera una idolatría en el sentido de que constituyen una servidumbre a un bien que no es Dios. Id

Descubriendo el velo de Isis

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Prócoro Hernández Oropeza La mayoría andamos buscando respuestas a muchas interrogantes sobre nuestra existencia. Esas respuestas las buscamos afuera, en los libros, la filosofía, las religiones. Una parte de verdad está condensada en ellas, la verdadera está dentro de cada uno de nosotros.  En los Evangelios Apócrifos, en el de Santo Tomás, Dídimo Judas Tomás, en el Logion 1 dice: “Y él ha dicho: Aquel que encuentre la interpretación de estas palabras no conocerá la muerte”. En el Logion 2: Jesús ha Dicho: “Que aquel que busque no cese de buscar hasta que encuentre, y cuando encuentre será turbado y habiendo sido turbado, será maravillado, y reinará sobre todo.”  Y en el Logion 3: Jesús ha dicho: “Si aquellos que nos guían os dicen: Ved el reino está en el cielo, entonces los pájaros del cielo os aventajarán; si os dicen que está en el mar, entonces los peces os aventajarán. Pero el reino está en vuestro interior y fuera de vosotros. Cuando os conozcáis, entonces seréis conoc