Y llueve, está lloviendo
Prócoro Hernández Oropeza Vivir en esta zona del Pacífico, con un clima benévolo, o cuando menos más que en distintas ciudades del mundo y del país, es maravilloso. He vivido en cinco estados: en Tlaxcala donde nací, en el Distrito Federal a dónde fui a Estudiar; en Culiacán y Mazatlán, en Sinaloa; en Cancún y finalmente arribé a esta bella ciudad: Puerto Vallarta. Y afirmo con conocimiento de causa que en esta región el clima es generoso: unos seis meses de clima templado, con frío tolerable en invierno y un clima cálido, poco extremoso en verano. Pero ese calor se compensa cuando llueve, entonces el ambiente se refresca, los pájaros cantan, los cerros tornan su ropaje con un verde intenso, a veces cubiertos por sábanas blancas. Convivo con muchos turistas extranjeros a quienes les imparto clases de yoga y la mayoría se admira por la belleza de esta ciudad y región, por su bahía, sus playas, la gente, los atardeceres, las gaviotas que vuelan con garbo y sus montañas que parecen