El caballero Águila III *
Prócoro Hernández Oropeza Luego de que los tenochacas derrotaran al reino de Atzcapotzalco, Tlacaélel, sumo sacerdote y estratega de la victoria, decidió restaurar el imperio azteca y para ello consagró a Moctezuma, el Flechador del Cielo, como el nuevo emperador. Fue revestido con los símbolos del poder imperial –penacho de plumas de quetzal adornado con diadema de oro y turquesas, largo manto verde y cetro en forma de serpiente emplumada. Y para consolidar al naciente imperio, Tlacaélel llevó a cabo el restablecimiento de la antigua Orden de los Caballeros Águilas y Caballeros Tigres. Como en toda organización iniciática, para ingresar a ella, los adeptos debían cumplir ciertos requisitos. El primero, haber concluido en forma destacada los estudios que se impartían en instituciones de educación superior; segundo, haber participado en cuando menos tres batallas militares y haber dado muestras de gran valentía y por último tener la aprobación de las autoridades del Calpulli en cuya