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Mostrando entradas de diciembre 6, 2015

Los misterios del sueño

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Prócoro Hernández Oropeza Los sueños suelen ser reveladores, tanto de nuestra vida ordinaria como de aspectos más sutiles o profundos de nuestra existencia. Los primeros, a los que todos tenemos acceso, sólo se presentan como pequeños fragmentos de nuestra vida cotidiana, inconexos o confusos a veces. A esos se les denomina sueños ordinarios, lo son porque al final sólo recordamos algunas imágenes o de plano los olvidamos y en ellos son nuestros propios egos o yoes los que se están expresando. Existen otro tipo de sueños, a los que suele llamárseles lúcidos. Y lo son por varias razones; bien porque recordamos exactamente paso a paso cada momento de ese sueño o la mayor parte. Es como si hubiésemos visto una película que vamos disfrutando y recordando al mismo tiempo. En ese tipo de sueños pueden manifestarse revelaciones, lugares, vidas pasadas, enseñanza o adelantos de lo que sucederá hacia el futuro. En esta modalidad de sueños lúcidos, pueden presentarse historias o vivencias mu

El gimnasio psicológico

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Prócoro Hernández Oropeza Así como existen gimnasios donde la gente asiste a realizar ejercicios para mantener un cuerpo en buena forma física y saludable, también existe un gimnasio psicológico al que asistimos para entrenar nuestra mente, las emociones y la voluntad. Ese gimnasio, por lo que dicen los maestros es este planeta, es la vida misma en la que nos encontramos inmersos. Se nos da un cuerpo físico y un alma, pero antes de nacer también se nos proporciona el agua del olvido. Es agua que borra nuestra memoria del pasado, de las vidas que hemos vivido en otros cuerpos. Y tiene que ser así, de lo contrario, imagínese como se sentiría si recordara que en su vida pasada fue un rey y ahora sólo es un mendigo. De hecho existen personas, niños incluso que aún recuerdan sus vidas pasadas. Una amiga, por ejemplo, no podía comprender como su pequeño hijo le decía que esta no era su casa y le pedía que lo llevara a su verdadera casa. El hijo de otra amiga, se llamaba Joaquín y él, que