Entradas

Mostrando entradas de junio 1, 2014

Ego de la codicia

Imagen
Prócoro Hernández Oropeza procorh@gmail.com La codicia es una de las siete legiones egoicas que subyugan al hombre. Por codicia o avaricia el hombre es capaz de pisotear, herir y hasta matar a sus hermanos. La codicia suele disfrazarse de formas muy sutiles y a veces irreconocibles. Inclusive hay padres que enseñan a sus hijos a ser codiciosos, a no ser perdedores, a conseguir cualquier cosa sin importar los medios. El disfraz más común de la codicia es la necesidad. Necesidad de poder, de riqueza, de bienes, mujeres. El síndrome del más. Pese a que las necesidades humanas más comunes son: pan, abrigo y refugio, es de suponerse que satisfechas, el ser humano sería feliz pero, ¿Por qué no es así? Sencillamente la codicia siempre desea más. Afirma el maestro Samael Aun Weor que, Independientemente de lo mucho o poco que se posea, el yo de la codicia nunca está satisfecho, piensa que merece y puede tener más, siente que al poseer más cosas materiales obtendrá la tan anhelada felic

Palabras del amor: Origen de los nombres

Palabras del amor: Origen de los nombres : Prócoro Hernández Oropeza procoroh@gmail.com Los nombres que nos identifican revelan, no sólo nuestra identidad, sino nuestro destino, nu...

Origen de los nombres

Imagen
Prócoro Hernández Oropeza procoroh@gmail.com Los nombres que nos identifican revelan, no sólo nuestra identidad, sino nuestro destino, nuestra razón de ser, nuestra verdadera identidad. Y cada nombre reviste un significado oculto y una vibración, vibración que dependerá de tu percepción y del significado que le aportes a tu nombre. Las raíces de los nombres latinos son romanas y de la Antigua Grecia, pero también, debido a los movimientos migratorios, estos se han enriquecido los diferentes idiomas. Cada día es más frecuente encontrar nombres de origen árabe, chino, americano u otros. Inclusive se ha puesto de moda el inventar nombres combinando palabras o sonidos o simplemente copeando nombres artísticos de cantantes o actores de moda. Esto, sin duda, tendrá su repercusión vibratoria en quien depositan ese nombre. En realidad poco se sabe cómo fue que a alguien se le ocurrió poner nombre, no sólo a las personas, sino también a las cosas, los árboles, animales, mares, montanas. Se