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Los avernos internos: malos consejeros, sembradores de discordia y falsificadores XIII

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Prócoro Hernández Oropeza Luego de que Dante y Virgilio salen de la fosa de las serpientes, fosa de los ladrones, arriban a la fosa ocho, la de los consejeros fraudulentos. (Canto XXV). En ese nivel infernal Dante vio a multitud de reptiles que correteaban a gentes sin esperanza de refugio, además llevaban las manos atadas a la espalda con serpientes y por delante les clavaban la cola y la cabeza en los riñones. Recuerden, estamos ya en el Octavo círculo infernal, que a su vez tiene 10 fosas, el de los fraudulentos con sus diversos gradientes. Octava fosa En este hoyo octavo se castigan a los malos consejeros o consejeros fraudulentos. El castigo es que están convertidos en llamas, continuamente prendidos en fuego. La lengua de fuego es la imagen de la lengua con la que pecaron, dando consejos engañosos, y de hecho también tienen dificultad para hablar, como se observa en el diálogo entre Dante y Ulises y luego entre Dante y Guido da Montefeltro. Se castigan a: -Ulises ...

Los avernos internos, malversadores, hipócritas y ladrones XII

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Prócoro Hernández Oropeza Quinta Fosa Dante y Virgilio han llegado a la quinta fosa (Canto XXII) a través de un puente, acompañados por varios demonios; cada uno hace referencia a los defectos del ego fraudulento: Alichino, el que obliga agacharse a los otros; Calcabrin,a pisoteador del rocío, es decir, de la divina gracia; Cagnazzo, perro malo; Barbariccia, el de la barba erizada, Labicocco, el deseo ardiente; Draghignazzo, veneno de dragón; Ciriatto, colmillos de Jabalí; Graffiacane, perro que araña, Farfarello, charlatán; Rubicante, inflamado.   La quinta fosa está compuesta por un lago de brea hirviente en el cual son inmersos los malversadores, estafadores y corruptos, aquellos que tomaron provechos ilícitos de sus cargos públicos. Para cuidar esta fosa hay un grupo de diablos llamado con el nombre de Malebrache, que castigan con sus ganchos a los condenados que intentan salir de la brea, son los diablos mencionados arriba. Como los diablos mismos se burlan del...

Los avernos internos: aduladores, adivinos XI

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Prócoro Hernández Oropeza Continuamos en el octavo círculo infernal que Dante nos describe en su obra: La Divina Comedia. En este círculo hay diez fosas donde se castigan a los fraudulentos en sus diversas modalidades. Recordemos que estos círculos y fosas se encuentran también en nuestra psique o alma, repartidos en sus 49 niveles.   En la columna anterior describimos la primera fosa donde se ubican nuestros egos proxenetas y embaucadores. En la segunda fosa (Canto XVII) son castigados los aduladores, que se encuentran en excrementos humanos, digno contrapaso por la obscenidad moral de sus pecados. El ego adulador, aquel que proyecta su narcicismo en otros o pretende manipular a otros a través de falsos elogios. El adulador a veces muestra una admiración sin límites, carente de crítica y más o menos patológica. El adulador encuentra ahí donde hay un terreno fértil para ello; no puede haber adulación sino hay otro que lo demande. Otra vertiente del adulador es que proye...

Los avernos internos de Dante, los fraudulentos X

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Prócoro Hernández Oropeza En la Divina Comedia, del canto XVI al XXX, Dante describe el octavo círculo infernal, el de los pecadores que usaron la malicia como modo fraudulento. Este círculo se divide en diez fosas donde se castiga a quienes cometieron fraude en sus diversas modalidades: proxenetas y embaucadores, los aduladores, los simoníacos, adivinos y magos, malversadores, hipócritas, ladrones, consejeros fraudulentos, sembradores de discordia y maldad y los falsificadores. Recordemos que estos egos también están en nosotros y lo que hizo Dante fue darnos una cartografía de nuestra psique. Nuestra psique es como una luna que posee dos caras, la iluminada oscuridad, la que vemos en la noche o en el día donde se encuentran los egos o yoes más comunes y en la invisible o la oscuridad corrupta, el subconsciente y el infra consciente donde están esos egos, algunos que desconocemos o neguemos estén, entre ellos los más terribles. Samael Aun weor afirma de este círculo: ...

Los avernos internos: aduladores, adivinos XI

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Prócoro Hernández Oropeza Continuamos en el octavo círculo infernal que Dante nos describe en su obra: La Divina Comedia. En este círculo hay diez fosas donde se castigan a los fraudulentos en sus diversas modalidades. Recordemos que estos círculos y fosas se encuentran también en nuestra psique o alma, repartidos en sus 49 niveles.   En la columna anterior describimos la primera fosa donde se ubican nuestros egos proxenetas y embaucadores. En la segunda fosa (Canto XVII) son castigados los aduladores, que se encuentran en excrementos humanos, digno contrapaso por la obscenidad moral de sus pecados. El ego adulador, aquel que proyecta su narcicismo en otros o pretende manipular a otros a través de falsos elogios. El adulador a veces muestra una admiración sin límites, carente de crítica y más o menos patológica. El adulador encuentra su interlocutor ahí donde hay un terreno fértil para ello; no puede haber adulación sino hay otro que lo demande. Otra vertiente del adula...

Los avernos internos VIII, Los herejes

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Prócoro Hernández Oropeza Al salir del V círculo infernal, el de los iracundos y pereza, Dante y Virgilio descienden al 6º círculo, el de los herejes. Virgilio le dice a su alumno que este es el más bajo y el más oscuro y lejano del cielo que todo lo mueve, pero le dice que se tranquilice. Esa laguna que tanto hedor exhala, ciñe a toda la ciudad doliente, a la que no se puede entrar sin violencia. Luego divisó Dante una alta torre de ardiente cumbre de donde, de improviso aparecieron tres furias infernales. He mencionado en otras entregas que esos demonios o furias son nuestros propios egos, esos que viven en el infra consciente y pueden aparecer como grandes monstruos o demonios. Esas tres furias que, en esta obra La divina comedia, Virgilio le informa que son las feroces Erinias: la de la izquierda se llama Megera, la segunda Alecto, la que llora a la derecha y la de en medio es Tisifone. Son las diosas de la venganza y personifican el remordimiento por un delito cumplido ...

Los avernos internos VII, Ira y Pereza

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Prócoro Hernández Oropeza En el canto VII Dante y Virgilio llegan al quinto círculo, el de los iracundos y perezosos. Ahí los recibe Flegias, hijo de Ares y de Chyrse, rey de los lapitas. Flegias incendió el templo de Apolo en Delfos porque ese dios sedujo a su hija. Flegias es el barquero que transporta las almas en la laguna muerta de Estigia; Flegias es también la alegoría de la ira. Flegias, lleno de ira transportó a Virgilio y a Dante y se dirigieron a la ciudad de Dite, que está poblada de innumerables condenados debido a sus egos de ira y pereza. Al llegar a la orilla Dante vio a más de mil demonios llovidos del cielo que gritaban furiosamente, alegando que Dante no tenía por qué estar ahí, pues no había muerto. Su maestro los calma, no obstante, le pidieron a Virgilio que abandonara a Dante para ver si él solo podía seguir adelante o retroceder. Como para continuar tenían que atravesar una puerta hermética, esos demonios le dijeron a Virgilio: - “Ven tú solo, y qu...