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El ego criticón

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Prócoro Hernández Oropeza La gente recurre muy constantemente al juicio y la crítica. Estas dos acciones son como un deporte porque en ellas, el que critica más se siente más grande, más importante. En un café suelen juntarse personas, sean mujeres u hombres simplemente a charlar, pasar el rato o para conversar los chismes del momento. Como si fueran personas doctas en el asunto se cuestiona desde las acciones de tal o cual político, un artista, o simplemente de un conocido o un amigo que no está presente. A veces estamos en una conversación y a una persona se le ocurre criticar a alguien, nuestro ego chismoso y criticón de inmediato entra en la conversación y sin darnos cuenta participamos en esa fiesta de los egos criticones. Que si fulanita está engañando al marido, el otro contesta: -Eso dice la gente y yo creo que sí, pues la he visto llegar muy tarde. Se hacen suposiciones como si esas tuvieran un soporte de verdad para condenar a esa persona. ¿Quién es el que cri...

El quinto elemento, éter

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Prócoro Hernández Oropeza Cuando observamos el cielo durante el día y no hay nubes que lo empañen sólo se observa un azul profundo, ilimitado, como si sólo fuera un espacio vacío. Por la noche lo vemos colmado de luces, estrellas, galaxias, constelaciones o lo poco que alcanzan a ver nuestros limitados ojos. Es posible que algunos se pregunten ¿qué existe más allá de ese azul profundo, de lo que se le conoce como el éter? En nuestro entorno, nuestro planeta. sabemos de la existencia de cinco elementos: Agua, tierra, fuego, aire y éter. Los primeros cuatro elementos los conocemos muy bien; tierra es donde vivimos, caminamos, la que nos alimenta; agua es un vital líquido que l mezclarse con nuestro cuerpo y con la tierra produce vida; el aire es otro elemento vital sin el cual no habría vida. Es lo primero que hacemos cuando salimos de vientre de nuestra madre: Respiramos la energía vital o prana. Pero qué sabemos del éter. Este es llamado el quinto elemento y se considera qu...

Reflexiones sobre el humanismo

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Prócoro Hernández Oropeza ¿De qué se nutre el humanismo como filosofía de vida? Los teóricos estiman que el humanismo, en el sentido amplio, significa valorar al ser humano y la condición humana.   En este sentido, está relacionado con la generosidad, la compasión y la preocupación por la valoración de los atributos y las relaciones humanas. La palabra, como tal, se compone de la palabra humānus, que significa ‘humano’, e -ισμός (-ismós), raíz griega que hace referencia a doctrinas, sistemas, escuelas o movimientos. Humanismo, por tanto, debería ser una filosofía que nos provea de principios y fundamentos para construir una sociedad generosa, amorosa, civilizada y compasiva. Si bien el humanismo surgió como un movimiento filosófico, intelectual y cultural que rompió con la fuerte influencia que ejercía la Iglesia católica en todos los órdenes de la vida durante la Edad Media. Con ello dejó de lado el teocentrismo que concebía a Dios como el centro de todo y dio paso al antr...

La filosofía y sus misterios III

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Prócoro Hernández Oropeza En todas las tradiciones antiguas existieron grandes sabios, maestros o gurús que nos legaron hermosa sabiduría, una sabiduría que está más allá del simple conocimiento. Valiosas gemas de enseñanza y conocimiento para trascender la dualidad, los oleajes y tempestades de la vida. Ahí están esos libros sagrados, preciosos tesoros de información que nos impelen a caminar por las sendas de la verdad, las virtudes y el amor incondicional. En las dos anteriores entregas he hablado de dos grandes sabios de China: Confucio y Lao Tsé. Este último que, de acuerdo a la información a veces imprecisa, se dice que desapareció luego de traspasar la muralla, pero a ruego de un guardián se quedó un año para escribir su enseñanza plasmada en el libro del Tato te King, el Tao y su Virtud. Tao es ya por sí mismo un ideograma chino difícil de traducir; tiene sentido de camino y está compuesto por los signos: cabeza y marchar (una cabeza que avanza por un camino). Su doct...

La Filosofía y sus misterios II

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Prócoro Hernández Oropeza Dentro de su sabiduría, El libro del Tao, Lao Tsé dejó este hermoso pensamiento: “La persona sabia prefiere la no acción y permanece en el silencio. Todo pasa a su alrededor como por sí mismo. Ella no se siente apegada a nada en la Tierra. No se apropia de nada hecho por ella y después de crear algo, no se enorgullece de esto. Puesto que esta persona no se ensalza, no alardea y no exige respeto especial de los demás, resulta agradable para todos”. Aquí nos habla del desapego, de no aferrarse al fruto de sus acciones y de la necesidad de practicar la virtud, una actitud que no es muy socorrida en estos días. El ego de la vanidad o el orgullo ciega a la mayoría de las personas y las hace competitivas, egoístas y soberbias. Así que tanto Lao Tsé como Confucio legaron una gran sabiduría, no sólo a su patria, sino también a la humanidad. ¿Cuál es la diferencia entre la filosofía de uno y el pensamiento de otro? Los expertos sostienen que Confucio siempre ...

La filosofía y sus misterios

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Prócoro Hernández Oropeza Primera parte El conocimiento de las filosofías antiguas es fascinante por los grandes misterios que encierran, muchos de ellos difíciles de comprender. En Egipto Hermes Trismegisto, el tres veces maestro dejó como legado de una gran sabiduría oculta El Kibalyon. Otro libro de misterios es El libro de los muertos. El nombre egipcio original para el texto es convencionalmente traducido por los egiptólogos como Libro de la salida al día, o ‘Libro de la emergencia a la luz’. El texto consistía en una serie de sortilegios mágicos destinados a ayudar a los difuntos a superar el juicio de Osiris, asistirlos en su viaje a través de la Duat, el inframundo, y viajar al Aaru, en la otra vida. En India, sus antiguos sabios nos legaron Los Veda: antiguos textos místicos con encantamientos, relatos mitológicos y fórmulas para alcanzar la iluminación. Los Vedas son las escrituras sagradas del hinduismo, y están considerados los textos religiosos más antiguos d...

La virtud de la humildad

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Prócoro Hernández Oropeza Un hombre virtuoso es aquel que camina sin prejuicios, apegos, miedos, ira, lujuria, pereza, sin orgullo. Sólo derrama amor y sabiduría a través de sus palabras, sus gestos, actos, pensamientos y emociones. La palabra virtud, del latín virtus, igual que su equivalente griego, areté, significa "cualidad excelente", "disposición habitual a obrar bien en sentido moral".   En Occidente las fuentes de la doctrina sobre la virtud son Platón, Aristóteles y Tomás de Aquino, entre otros. En otras tradiciones, como las indostanas también poseían bien definidas las virtudes o principios que el hombre debía asumir en su vida cotidiana. Para esas tradiciones antiguas, las virtudes son lo opuesto de los defectos (egos), lo contrario de las virtudes. En el caso de la humildad, su opuesto es el orgullo. Una persona que carece de humildad es prepotente, se cree mucho, quiere que todo mundo le admire, le rinda pleitesía, lo alabe, lo apapache. Si la ...