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Tardes de junio

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El país que yo amo y deseo Prócoro Hernández Oropeza Me ha tocado nacer en este país. Sea por karma o porque así lo decidí en otra vida he venido a vivir una experiencia más en forma humana aquí, como mexicano. No creo en el destino o el azar. Nací aquí porque esa fue mi decisión o la acepté para cumplir una misión, no sé aún cuál sea o posiblemente tenga algunas ideas y ellas han guiado mi existencia hasta ahora.   Como ciudadano de este país me han inculcado valores, como por ejemplo amar y servir a la patria, ser un buen ciudadano, cumplir sus leyes, respetar las normas y formas de vida. Eso he tratado de hacer hasta ahora. En mis tiempos de juventud fui rebelde como muchos jóvenes. Me revelé contra el sistema,   contra todo aquello que significaba injusticia, intolerancia y autoritarismo. No me tocó participar en el movimiento estudiantil del 68. En esa ocasión estaba en primer año de prepa, cuando fue una brigada a solicitar apoyo para su movimiento. Los desdeñamos, e...
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Tardes de junio Prócoro Hernández Oropeza Es junio, un mes de promesas, lluvia, calor, nubes, alegrías repentinas o necias. ¿Acaso existen las alegrías necias? Es posible que sí, sobre todo cuando queremos estar felices a pesar de las circunstancias adversas. Un ejemplo: se murió un familiar, por lo regular toda o casi toda la familia, para no generalizar, se pone triste por la partida de ese alguien. Es normal, así estamos acostumbrados. No obstante algún miembro no siente la tristeza, al contrario se alegra por la partida de ese alguien. Esto no significa que no le haya amado, simplemente sabe que la muerte es algo que debe ser visto como normal, es un nuevo viaje a otras dimensiones, por las cuales hemos transitado muchas veces. Ahora que estuvieron los monjes tibetanos de Nepal, una persona les preguntó si sentían tristeza porque estaban lejos de su patria. Como saben, muchos monjes, entre ellos el Dalai Lama, se vieron forzados a salir del Tíbet después de ...
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Reflexiones cotidianas Ah, la lluvia Prócoro Hernández Oropeza Ya cayeron las primeras lluvias de la temporada y con ello el calor aminoró. Pero no sólo eso, las montañas reverdecieron, sus árboles se cubrieron de nuevo ropaje y el cielo se aclaró. Es como si la lluvia hubiese disipado polvo, humo, smog y la somnolencia de la ciudad. Hasta las calles lucen limpias, cuando menos de tierra. Los ríos vuelven a cobrar vida, sobre todo el río Pitillal, cuyo sonido ha estado ausente por varios meses. Se secó mucho antes que otras temporadas. Es posible que hace cincuenta años o más este río no se secara, eso lo han de saber los viejos vallartenses. Huele a tierra mojada y se percibe la alegría de las aves y también de nosotros porque el calor ha disminuido, y   a pesar de las nubes, el día se ve más transparente, el cielo limpio y más azul. Y es que la lluvia, el agua es un elemento purificador, no sólo de nuestro cuerpo físico, sino también de nuestra alma. En ci...
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Reflexiones cotidianas El eterno retorno Prócoro Hernández Oropeza El alma del hombre es como el agua. Viene del cielo, se eleva hacia el cielo y vuelve después a la tierra, en un eterno ciclo. GOETHE El escritor alemán Johann Wolfgang Goethe , con profunda sabiduría, describió los ciclos de vida, muerte y renacimiento en una frase. Y pese a que muchos no creen en el retorno después de la muerte, tengo plena certeza que volvemos y volvemos, no sé cuántas veces lo he hecho, pero aquí estoy viviendo otra vida en otro cuerpo, con nuevos roles, nuevas máscaras, nuevos protagonistas. El alma del hombre es como el agua. Viene del cielo y vuelve después a la tierra. Lo más seguro es que esa agua no es la misma, algo se habrá modificado en su constante devenir. Al caer en tierra en forma de gotas de lluvia forma primero pequeños arroyos, luego grandes ríos, lagunas, lagos y finalmente alguna porción llega al mar, otra se condensa y retorna al cielo en forma de nube. ...
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Reflexiones cotidianas La bilis negra Prócoro Hernández Oropeza La melancolía suele ser otro malestar o síntoma de que algo no funciona en la vida. Se percibe como una especie de añoranza por algo que se fue o por algo que uno quisiera vivir y no se vive. Se añora un pasado o se desea algo diferente para el futuro, pero está más arraigada la vivencia de extrañar a algo o a alguien. Una persona suele sentirse melancólica porque su pareja se fue o la abandonó y siente una especie de vacío o de soledad o tristeza. Melancolía se deriva del latín melancholĭa y tiene origen en un vocablo griego que significa “bilis negra”. Se trata de la tristeza vaga, permanente y profunda, que puede haber nacido por causa física o moral y que hace que el sujeto que la padece no se encuentre a gusto ni en disfrute de la vida. Una persona melancólica se desconecta de la alegría, pero también lo puede hacer de su entorno; se aísla de sus amigos y parientes, sin ganas de hacer nada. Se exper...