El vacío de amor y las profecías



Prócoro Hernández Oropeza

Durante una meditación profunda un amigo obtuvo una visión profética. En ella el gran Padre/Madre, como el le llamó al ser con quien se conectó, que pudo ser una emanación de un ángel o su maestro interior, le dijo que esta humanidad estaba a punto de sufrir un colapso. El meditante cuenta que por un momento sintió un tremendo vacío en su estómago. Su maestro le dijo que ese vacío que sentía era el vacío de amor que hay en la humanidad. Esta humanidad se ha olvidado el amor y ha caído en las garras de los celos, la envidia, ira, avaricia y el desamor y mientras no se llene ese vacío puede sucumbir.
Ese maestro le dijo que de ocurrir esa desgracia le conmovería mucho, pues es una de las creaciones favoritas de Dios. También le informó que las antiguas profecías que hablaban de la destrucción de esta humanidad se habían aplazado para ver si esta humanidad cambiaba su mentalidad, dejaba de ser completamente materialista y se conciliaba con el verdadero amor.
Y sí, la oscuridad gobierna este planeta. Drogadicción, violencia, ira, lujuria, avaricia, envidia, vanidad, pereza, miedo tienen adormecida a la humanidad. La ley del más fuerte se impone, los demonios de la mente, del deseo y de la mala voluntad gobiernan los corazones del hombre. Cómo es posible que en Filipinas el Presidente, con el pretexto de la pandemia, ordene disparar a muerte en contra de aquellas personas que salgan a la calle, sea a buscar comida o protestar porque no la tienen. Gente insensata, por miedo, obligan a enfermeras a bajar del autobús porque las pueden contagiar; los gobiernos ordenan a las personas a dejar su trabajo y permanecer en casa sin los apoyos para sobrevivir esta crisis y muchos han perdido su trabajo por lo mismo. En otros rumbos, algunos barcos turísticos se han quedado a la deriva porque ningún gobierno les permite atracar en sus muelles por miedo al contagio del virus. Otros desalmados, a pesar de esta calamidad, siguen quitando vidas o saqueando comercios.
Algunas personas creen o piensan que esta calamidad se debe a un castigo de Dios o es producto de una logia que desea reducir la población o bien una limpieza del planeta por tanto daño que le hemos hecho. Hay que dejar claro que Dios no castiga, en todo caso es parte de un karma mundial, así como lo han sido otras pandemias o las dos guerras mundiales. ¿Qué hemos hecho en el pasado que ahora estamos pagando las consecuencias?
SEgún algunos pronósticos, la tercera guerra ya no será con bombas ni cañonazos, sino a través de misteriosas y más sanguinarias armas como los virus, las pandemias. Son armas silenciosas que ponen en jaque a la humanidad y diezman, no sólo la población, sino la economía y la estabilidad política de las naciones.
¿Cómo sobrevivir a estos desafíos? Para empezar, conectarnos con el corazón, con la compasión. Ya empiezan a surgir personas o grupos que han tomado la iniciativa de aportar su ingenio o parte de su economía con personas que carecen de trabajo o alimentos. En una ciudad turca las personas depositaron despensas en una plaza para aquellas que la requirieran. En otros ámbitos nacionales grupos de personas están aportando o llevando despensas para las personas de la tercera edad que no tienen familia. Algunos profesionistas están usando su creatividad y conocimiento para elaborar respiradores o camillas para asilar a los infectados. Algunos futbolistas famosos han donado parte de su salario para el equipamiento de hospitales.
Sería bueno que otros, sobre todo quienes poseen grandes fortunas, apoyaran con capital para armar y reforzar hospitales; crear comedores o pagar comida a los restaurantes para quienes requieran alimentos, entre ellos a los médicos y enfermeras. Otros, sobre todo quienes poseen herramientas y conocimientos sobre filosofía y meditación organicen grupos para meditar. La meditación genera vibraciones que pueden ayudar a calmar esas tendencias negativas de tanta información, miedo y terror que prevalece en la humanidad.
Por lo pronto, yo quiero aportar parte de mis conocimientos en yoga y espiritualidad para impartir curso gratis de Tai Chi Chi Qong a quienes lo requieran. Estos conocimientos ancestrales de la China antigua nos sirven para fortalecer nuestra salud, nuestra paz interior.



Comentarios

Entradas populares de este blog

De mil que me buscan

Los tres alimentos

El arquetipo del gato