La divina Comedia, El paraíso III, Mercurio y Venus



Prócoro Hernández Oropeza
Dante ha llegado a los niveles del paraíso, de los cuales hay siete, cada uno corresponde a uno de los planetas o satélites de nuestro sistema solar. En el Primer Cielo que corresponde a la luna, aquí están las almas que tuvieron falta de constancia o quienes incumplieron sus propios votos. El segundo cielo corresponde al planeta Mercurio.
Segundo cielo (Mercurio)
Este se caracteriza al amor por la gloria y la fama terrena. Las almas que acá residen son de hecho las que siguieron la providencia con ese fin. Aparecen ante Dante como esplendores flameantes que bailan y cantan. Aquí se afrenta las siguientes cuestiones teológicas: La muerte de Cristo, Por qué Dios redimió a la humanidad con el sacrificio de Cristo, la corruptibilidad y la incorruptibilidad de las almas y la resurrección de los cuerpos.
Las inteligencias motrices de este cielo pertenecen asimismo a la tercera jerarquía. Se trata de los arcángeles. Como en cada cielo, gradas o círculo Dante encuentra a personajes que han fallecido y que están purgando alguna pena, sea en el infierno o en el purgatorio y ahora en los cielos, siempre esos personajes son referencias a la vida misma de Dante. Es el reflejo de su vida y son los procesos que debe transitar para redimir su alma.
Al ingresar a este segundo cielo, Dante describe que vio a su dama (Beatriz) tan alegre cuando entró en la luz de este nuevo cielo y el planeta se volvió más refulgente, es el aumento de belleza y luminosidad que se repetirán con mayor gradiente cada vez que asciendan a otro círculo superior.  Beatriz le dice a Dante que esas almas arden en la luz que se extiende por todo el cielo y lo invitó a que se saciara a su placer. (Canto V)
En este planeta habitan los nobles de espíritu que actuaron para alcanzar el honor y fama; cuando los deseos se desvían y van hacia tales objetivos, es preciso que los rayos del verdadero amor se eleven también con menor fervor. Más en la justa proporción de nuestra recompensa con nuestros méritos encontramos la felicidad, que no es mayor ni menor que aquel.
Beatriz le describe a Dante la importancia de la Bondad: - La divina bondad, que se aleja de toda envidia, ardiendo en sí misma resplandece tanto que crea las eternas bellezas. Lo que fluye directamente de ella es infinito, porque de su sello no puede borrarse. (Canto VII)
Tercer cielo (Venus)
El tercer cielo es el de Venus, que se caracteriza por el amor, y donde de hecho se encuentran las almas de los amantes. El protagonista los describe como esplendores que se mueven rápidamente en círculo. Este cielo es movido por el tercer coro, el de los Principados, está habitado por las almas de los que estuvieron sujetos al influjo del amor y son luces que giran.
Al planeta Venus (el lucero de la mañana y de la tarde) tradicionalmente se lo asocia con la diosa del amor, por lo que el autor lo convierte en la esfera de los amantes, quienes fallaron en la virtud de la templanza (Canto VIII)
Dante se da cuenta que había llegado a este cielo cuando vio aumentar la belleza de su dama (Beatriz) su divina madre) o su alma humana que cada vez irradiaba más luz y belleza. Aquí un alma le responde a la pregunta de Dante acerca de sí es preciso que el hombre deba vivir en sociedad. Esa alma le responde: - Por tanto, es preciso que las raíces de sus actividades en la tierra sean diversas; por lo cual uno nace Solón (para dar leyes a los pueblos), oros como Jerjes para regir imperios, unos como Melquisedec (para el sacerdocio) y otros como Dédalo, para la industria. Y como corolario le indica: - Siempre la naturaleza, si le es fortuna contraria, es estéril como la semilla cuando está fuera de su clima propio. Y si el mundo de allá abajo (el nuestro) atendiera las disposiciones naturales, conformes con ellas, habría personas excelentes. Pero ustedes llevan al templo a quien nació para ceñir espada y hacen rey al que debía ser predicador y por esta razón marchan siempre fuera del camino acertado. (Continuará)

Comentarios

Entradas populares de este blog

De mil que me buscan

Los tres alimentos

El arquetipo del gato