Un martes por la tarde



Prócoro Hernández Oropeza

¿Qué has hecho un martes por la tarde? Yo fui a practicar Tai chi chi Gong, luego a ver tv un rato y cansado de ver esas ilusiones televisivas me dispuse a meditar. Tu tal vez fuiste a ver el mar, disfrutar de un hermoso atardecer, oír sus relinchos ahora que se encuentra un poco alebrestado. Otro más quizá se colocó debajo de un árbol mientras pasaba una lluvia inesperada, al tiempo que escuchaba el trino de un ave entre las ramas. Una dama esperaba a su amado en la esquina de un recuerdo, mientras saboreaba un caramelo. Otros más se entretenían embelesados con una película que les narraba el fin del mundo o la llegada de seres misteriosos.
En fin, cada cual con sus propios cuentos e historias.  La tarde de un martes cualquiera puede ser la oportunidad para romper los velos que nos tienen aprisionados en vidas que pareciera no tienen sentido. Así me pareció entender aquella canción de antaño, del viejo Rock´n roll de los setentas, cuyo título es Un martes por la tarde, que compuso el grupo Moody Blues.

Un martes por la tarde
Un martes por la tarde
Apenas comienzo a ver
Ahora estoy en camino
No me importa
Espantar nubes
Apenas comienzo a ver, es como si despertara de un largo sueño. Ahora estoy en el camino de un nuevo amanecer, no importa que espante nubes, esas nubes que nublan mi mente. Esas nubes y nubarrones son esos pensamientos basura, esos agregados psicológicos que controlan mis pensamientos, emociones y acciones.

Algo me llama
Los árboles me atraen hacia ellos
Necesito descubrir por qué
Esas voces dulces que oigo
Me lo explican todo con un suspiro-
Cuáles son esas voces que escucho, serán acaso hadas, los elementales de los árboles que me atraen hacia ellos, porque los árboles son seres vivos y necesitamos conectarnos con ellos, con esos seres con los cuales convivíamos hace cientos o miles de años. Esas voces, acaso son las de nuestro Ser que nos dice: - Es tiempo de caminar con los ojos abiertos, caminar con el corazón sincero por los caminos del amor.

Me veo a mí mismo, reflejos de mi mente
Éste es el tipo de día para dejarme atrás
Tambaleándome tan suavemente por el cuento de hadas del amor
Si tan sólo vienes conmigo verás la belleza de
Un martes por la tarde
Un martes por la tarde.
Un martes por la tarde, de este o de cualquier mes, me veo atravesando el cielo como un águila que ha renovado sus plumas y sus garras y va dispuesta a devorar esas serpientes que han perforado su alma. Ya comienzo a ver con más claridad y ahora me doy cuenta que este cuerpo, esta personalidad no es mi verdadera naturaleza, es tan sólo un ropaje que me han prestado o me he construido para vivir los dramas, las experiencias de esta nueva vida. Son trajes de las cuales me despojaré algún día. Luego me iré y retornaré con otro traje, con otro nombre, nueva personalidad.

Un martes por la tarde
Apenas comienzo a ver
Ahora estoy en camino
No me importa
Espantar nubes
 Tal vez esta no fue la interpretación que le dio Moody Blues en su momento, pero como es un poema y un poema, como toda expresión artística es polisémico, es decir, posee diferentes mensajes, de tal suerte que cada quién le puede dar un significado diferente. Este es el mensaje que pude entresacar, ahora que es marte de Enero de 2019. Un marte nublado, agradable. Sí, algo me llama y me invita a trascender esta realidad ilusoria, salir de esta matriz y comprender que existen otras realidades más allá de las que capta mi conciencia ordinaria, mi mente limitada.

Algo me llama
Los árboles me atraen hacia ellos
Necesito descubrir por qué
Esas voces dulces que oigo
Me lo explican todo con un suspiro


Comentarios

Entradas populares de este blog

De mil que me buscan

Los tres alimentos

El arquetipo del gato