El verdadero héroe



Prócoro Hernández Oropeza
Primera parte
¿Qué es un héroe? Todos en algún momento de nuestra vida o aún de grande hemos tenido nuestros héroes. Acaba de fallecer Stan Lee, (Stanley Martin Lieber) creador de varios héroes del nuevo Olimpo cinematográfico. Como escritor de cómics y luego productor de cine inventó varios personajes como Spider-Man, Hulk, Thor, X-Men, Iron Man, Ant Man, Daredevil, The Avengers, Doctor Strange y los 4 Fantásticos y con ellos creó una gran industria denominada Marvel  Cómics y cuyos héroes se han convertido en grandes mitos, tigres de papel.
Estos héroes no tienen nada que ver con los grandes mitos de las antiguas tradiciones, como los héroes del Olimpo griego, de la tradición egipcia, inca o azteca. A diferencia de esos antiguos héroes, los de Stan son ídolos de oropel, mitos que desaparecerán con el paso del tiempo y no dejarán huella en el tiempo. No lo harán porque los argumentos que los sustentan no poseen significados profundos, lecciones de vida que muestren un camino diferente al que nos arrojan a través de sus travesías; sólo violencia, arrogancia, soberbia, ira, competencia, guerras, pesimismo, control, avaricia y oscuridad. Es obvio que sus actos y sus dramas dejan profunda huella en la psique, pero no de luz.
 En el diccionario de la Real Academia Española la definición de héroe se dice que héroe proviene de una etimología (del latín heros y este del griego ἥρως) y varias acepciones: 1. Persona ilustre y famosa por sus hazañas o virtudes. 2. Persona que lleva a cabo una acción heroica. 3. Persona a la que alguien convierte en objeto de su especial admiración. 4. En un poema o relato, personaje destacado que actúa de una manera valerosa y arriesgada. 5. Protagonista de una obra de ficción. 6. En la mitología antigua, hombre nacido de un dios o una diosa y de un ser humano, por lo cual lo reputaban más que hombre y menos que dios; por ejemplo, Hércules, Aquiles, Eneas, etc. A partir de esta exposición, algunos estudiosos se preguntan: ¿Es suficiente para ser un héroe alcanzar la popularidad o el liderazgo? ¿Es necesario realizar algo sobresaliente en cualquier esfera de actividad? Además de ser dotado de cualidades excepcionales, ¿el héroe debe de constituir un modelo a imitar por la sociedad? ¿Su lucha debe ser desinteresada, por el bien común, por una sociedad mejor y más justa?
Joseph Campbell (1904-1987), uno de los mitógrafos estadunidenses más conocidos del siglo XX, describe al héroe como alguien que ha entregado su vida a algo más grande que él mismo. Otro estudioso, Christopher Vogler agrega otro rasgo: el sacrificio de sí mismo. Joseph Campbell  se desarrolló en el ámbito académico universitario y fue escritor y profesor. Examinó cientos de mitos y leyendas, desde Grecia a los incas, pasando por las sagas islandesas o las epopeyas de la India. Buscó los puntos comunes entre todas las historias a partir de la antropología y de la psicología (psicoanálisis). Encontró así un patrón que se repetía en muchas historias de cualquier continente y cualquier época.
El camino común de la aventura mitológica del héroe, sostiene Campbell, es la representación de la fórmula de los ritos de iniciación: separación-iniciación-retorno. El héroe inicia su aventura desde el mundo de todos los días hacia una región de prodigios sobrenaturales, se enfrenta con fuerzas fabulosas y gana una victoria decisiva; el héroe regresa de su misteriosa aventura con la fuerza de otorgar dones a sus hermanos.
Así que describe el viaje del héroe, quien al principio vive una aparente comodidad, lo que suele llamarse zona de confort. Luego enfrenta la manifestación de una crisis y  viene una caída. Al tocar fondo debe afrontar la situación, tiene que enfrentar  la batalla y al final sale el resurgimiento, la victoria. Pero debe pasar por varios procesos. De acuerdo a la estructura que Campbell desarrolló, el héroe debe recorrer los siguientes procesos: 1. Mundo ordinario. 2. Llamada de la aventura. 3. Rechazo de la llamada. 4. Encuentro con el mentor o dador. 5. Primer umbral. 6. Pruebas. 7. Ir a la Guarida del enemigo.  8. La Prueba difícil, 9. La recompensa. 10. El camino de vuelta. 11. Resurrección y 12. Retorno.
En síntesis, los viajes de los héroes se consideran como viajes iniciáticos, es decir que acarrean una transformación y un aprendizaje para quien los realiza. De esto hablaremos con mayor claridad en la siguiente entrega. (Continuará)


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