El arte de vencer




Prócoro Hernández Oropeza

El arte de vencer se aprende en las derrotas. Simón Bolívar.
Todos los días nos enfrentamos a un desafío, desde muy simple hasta uno más complejo. Los más difíciles son los complejos o que implican un acto de decisión con muchos riesgos, dudas o complicados. En ocasiones esos desafíos llegan inesperadamente y por la sorpresa no tenemos tiempo para digerirlo o encararlo con certeza.
Imagina que tienes un trabajo muy bien remunerado, prometedor y al que le has dedicado todas tus energías. De pronto tu jefe te avisa que la empresa quebró o que se decidió recortar personal y uno de ellos eres tú. O bien, posees un negocio y por x circunstancias de la vida ya no puedes mantenerlo y debes cerrar o continuar con pérdidas. O tu médico te anuncia que tienes cáncer y te quedan pocos días de vida. Esa imprevisibilidad te genera angustia, estrés, miedo, sobre todo esto último.
En la sociología y psicología existe un término que describe este momento crítico. Se llama Resiliencia. Resiliencia significa la capacidad de sobreponerse a momentos críticos y adaptarse luego de experimentar alguna situación inusual e inesperada. También indica volver a la normalidad. Es un término que deriva del verbo en latín resilioresilire, que significa "saltar hacia atrás, rebotar". En estrategias de guerra significaría dar un paso hacia atrás para avanzar dos.
La vida no es solamente un ir hacia adelante. Muchas veces te encuentras dando pasos hacia atrás, para rectificar el camino y podrás continuar con mayor certeza en lo que haces.  Por ello se dice que la resiliencia es una  aptitud que adoptan algunos individuos que se caracterizan y diferencian de los demás por su postura ante la superación de una adversidad y de mucho estrés, con el fin de pensar en un mejor futuro. Se denomina resiliente a aquella persona que, en medio de una situación particular, es asertiva y convierte el dolor en una virtud como, por ejemplo, el sufrimiento de una enfermedad, la pérdida de un ser querido, la pérdida de cualquier parte de su cuerpo, quedar en banca rota, entre otros.
Ante la pérdida de una posesión material o de un ser querido tenemos dos opciones: sufrir o estar en felicidad. La mayoría cae en sufrimiento y muchas veces ese estado emocional puede durar años e inclusive le puede provocar alguna enfermedad. Sufre porque no tiene las herramientas para superarlo. Sufre por ignorancia, pero sobre todo porque está apegado a sus seres queridos, a sus posesiones o a su cuerpo. Dice Buda que todo en la vida es impermanente. Tanto nuestra realidad interior como la del mundo externo, están siempre en un estado de cambio permanente. La estabilidad, sea en los átomos, en las cordilleras montañosas, o aún en nosotros mismos es una ilusión. Según la doctrina budista, ninguno de nosotros es física, emocional ni mentalmente la misma persona que éramos hace años. Ni siquiera hace minutos o un sólo instante. Todas las situaciones, todas las entidades, todos nuestros pensamientos y todos nuestros estados de ánimo nacen, ganan fuerza, se deterioran y desaparecen. Para el budismo, somos seres cambiantes en un mundo cambiante. Así, Buda sostiene:
"Sabed que todas las cosas son como esto: un espejismo, un castillo de nubes, un sueño, una aparición, sin esencia, pero con cualidades que pueden verse."

"Sabed que todas las cosas son como esto: como la luna en un cielo brillante en algún lago transparente reflejada, aunque a ese lago la luna nunca se ha desplazado."

"Sabed que todas las cosas son como esto: como un eco que deriva de música, sonidos y llanto, y sin embargo en ese eco no hay melodía."

"Sabed que todas las cosas son como esto: como un mago que crea ilusiones de caballos, bueyes, carros y otras cosas, nada es lo que aparenta ser."
Todos estamos en constante cambio, incluso hay cambios que no percibimos pero ocurren. El hecho de que no los percibamos no significa que no hayan ocurrido. Si todo es impermanente y cambiante sólo nos queda fluir como el agua y como el viento, sin apegarnos a nada; inclusive ni las derrotas ni a las victoria. Eso significa el arte de vencer, vencer nuestros miedos, nuestros deseos


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