Filosofía del sueno I,II y III




Prócoro Hernández Oropeza

Parte I
“El sueño es una modificación de la mente que tiene la causa de la nada como soporte.” (Yoga Sutra – Samadhi Pada, 10).

Afirman los grandes maestros como Sivananda que el sueño es el mejor elixir y el mejor tónico de la vida. El sueño es el tónico de la naturaleza para refrescar al hombre cansado. El sueño es un estado en el cual la mente descansa pacíficamente y se interrumpen todas sus funciones. La mente vagabunda descansa; es la forma natural de cargar a la mente con energía fresca y paz, permitiéndole que descanse en su origen. Durante el sueño, hay  absorción temporaria de la mente en su causa.
Uno se siente totalmente feliz y refrescado después de un buen sueño profundo. El sueño es un estado Tamásico (ignorancia y oscuridad) porque no hay actividad ni conciencia en él. El hombre que duerme está inconsciente del mundo exterior. Tampoco es consciente de su cuerpo físico. Ni siquiera tiene conciencia de estar dormido. Pero el sueño no es un estado Tamásico como el de una piedra o de un tronco. La mente y el cuerpo sufren un cambio durante el sueño. El cuerpo, la mente y los nervios se revitalizan y se vuelven aptos para nuevas actividades. Durante el sueño, el hombre siente regocijo, felicidad y liberación de todos los dolores. Por lo tanto, el sueño es esencial para mantener cuerpo y mente saludables.
Estima Sivananda que sin un buen sueño, uno no puede gozar de perfecta salud. El sueño refresca y tonifica el cerebro y los nervios. El sueño es un bálsamo que alivia a los nervios cansados. Energiza y vivifica el cuerpo, los nervios y la mente. La mente y el cuerpo requieren relajación después de cierto lapso de tiempo o después de toda la serie de acciones llevadas a cabo por los cuerpos físico, cerebral y mental.
Algunas veces, el hombre enfermo no duerme debido a una enfermedad que aqueja su cuerpo. Pero si se duerme, se alivia mucho. Se olvida de los dolores. Todos sus sufrimientos desaparecen durante el sueño. La falta de sueño intensifica la enfermedad. Él siente que su enfermedad se agravó debido al insomnio. Es más, el insomnio mismo es una enfermedad. Por lo tanto, dormir es indispensable.
Tan pronto como se le da el descanso requerido a la mente, es arrastrada hacia los objetos sensuales por la fuerza de los Samskaras o impresiones del estado de vigilia. Los deseos o la fuerza de Rajas (cualidad que genera pasión e inquietud) es lo que hace que el hombre vuelva de la conciencia del sueño a la de vigilia. Así como un resorte que es comprimido por la fuerza de la mano reasume su larga forma original cuando se retira la presión, también los pensamientos reprimidos y los impulsos de actuar se liberan después de un buen sueño y el hombre reasume la conciencia de vigilia.
Hay tres tipos de sueño: vigilia, sueño con ensueño y sueño profundo. Vigilia es cuando despertamos del sueño, pero vivimos dormidos en otro plano, sin conciencia, casi como robots. El sueño con sueño, un estado de sueño superficial con somnolencia y pereza, entramos al plano astral y ahí se manifiestan sueños inconexos, desarticulados controlados por nuestros egos. Estos sueños pueden causar perturbación del sueño profundo. Esa es la razón por la cual un hombre no es capaz de gozar de un sueño bueno y refrescante a su entera satisfacción. El tiempo de sueño profundo es muy corto. Una hora de sueño profundo puede refrescar más a un hombre que seis horas de sueño interrumpido por ensueños.
La alimentación juega un papel importante en el la duración del sueño. Un glotón se siente somnoliento y a él no le gusta dejar la cama antes de las 8 de la mañana. Es dominado por Alasya (pereza). Un hombre de dieta moderada se levanta temprano. Está satisfecho con menos sueño profundo. Los animales también duermen. El período de sueño varía en diferentes animales. Los perros duermen muy poco. Ellos experimentan un sueño interrumpido. Los peces no duermen en absoluto.
Para obtener un sueño profundo sin ensueños se requiere paz mental, ausencia de preocupaciones, de temor, de ansiedad  y de responsabilidades en la vida, y estar libre de enfermedades. Aquél que conoce la ciencia de la relajación se duerme profundamente ni bien se acuesta en su cama. Ten una alimentación liviana por la noche. Toma leche y come frutas. No comas arroz de noche. Practica Pranayama (respiración). Puedes disminuir el período de sueño sin ningún efecto dañino para tu salud.

Si tienes buen sueño, puedes reducir las horas de sueño y hacer más trabajo útil. Puedes dedicar más tiempo a tu Sadhana (práctica espiritual). Si puedes reducir dos horas de sueño, puedes utilizarlas en Japa (repetición de mantras) y meditación. Es mejor tener seis horas de sueño profundo que ocho o diez horas de sueño con ensueños. (Continuará)

Parte II

El número de horas para dormir varía de una persona a otra y sobre todo dependiendo de la edad. La Organización Mundial para la Salud (OMS) recomienda un promedio de siete a ocho horas en promedio por día. También se afirma que entre mayor sea la edad el número de horas es menor. Sin embargo, uno puede lograr tener control sobre el número de horas.
Un trabajador físico duerme mejor que un empleado de oficina debido a su trabajo duro. En el primer caso, la mente y el cuerpo están agotados  mientras que en el segundo, no lo están. El agotamiento físico genera también agotamiento mental. Un hombre de menor trabajo físico y más trabajo mental puede dormir menos. Para algunas personas, la mente no se cansa tan fácilmente como el cuerpo físico. Una persona que trabaja todo el día requiere un descanso más prolongado. Duerme profundamente. Cuando uno sueña, la mente no descansa. La mente juega continuamente con diversas clases de imágenes mentales conectadas con las experiencias del estado de vigilia. Por lo tanto, es esencial liberarse de los ensueños si se quiere gozar de un perfecto descanso durante el sueño. Para evitar los sueños se necesitas una mente libre de preocupaciones, problemas y ansiedad, y llena de devoción por Dios o Brahma y discernimiento. En la mayoría de esos sueños, el ego revive en el mundo astral todas esas preocupaciones, ansiedades, miedos, fobias o deseos y nos hace vivir escenas grotescas, cansonas o degradantes. Es muy diferente cuando en esos sueños es el Ser el que se manifiesta y nos conecta con lo divino, con pasajes de sabiduría, intuición o nos ayuda a recordar vidas pasadas o nos proyecta visiones del pasado.  Estos son llamados los sueños lúcidos, visionarios o proyectivos.
Sivananda afirma que  existen personas que ha conquistado al sueño. En Oriente se los llama Gudakeshas (conquistadores de sueños). Napoleón Bonaparte tenía control sobre el sueño. Solía dormir bien incluso en el campo de batalla. Podía dormir por un período de tiempo exacto. Cinco o diez minutos de sueño profundo lo capacitaban para seguir trabajando. Mahatma Gandhi también tenía gran control sobre el sueño. Tenía un buen sueño profundo, libre de ensueños. Dormía muy poco tiempo. Se levantaba a la hora señalada y atendía su rutina diaria. Muchos grandes maestros han trascendido el sueño, no duermen y viven meditando y realizando su práctica espiritual.
Cuando la mente está ocupada en pensamientos libres, no se cansa rápido. Ella construye castillos en el aire. Una mente concentrada se cansa pronto. Un cuerpo que trabaja duro se cansa rápido. La mente es el factor principal en el sueño. El sueño es para ambos, mente y cuerpo. Aunque el cuerpo esté cansado, si la mente no está lista para dormir, no se duerme y entonces viene el insomnio, un terrible dolor de cabeza para muchos en el mundo moderno.  Los yoguis indostanos poseen herramientas maravillosas para eliminar el sueño, que más adelante le daremos a conocer
Cuando vamos a dormir, el primer intento de nuestra parte es acostarnos. Después cerramos los ojos. Cuando el sueño nos domina, gradualmente los sonidos desaparecen y la mente se dirige hacia el interior. En la primera etapa, escuchamos sonidos y entendemos las conversaciones. Luego escuchamos los sonidos pero no captamos su importancia. Gradualmente, los sonidos también desaparecen y superamos la conciencia del cuerpo y del mundo exterior. En el mismo orden, la mente vuelve del estado semiconsciente y luego entra a la condición de vigilia o sea despierto. Del Akasha (éter) nace el aire; del aire, el fuego; del fuego, el agua; del agua, la vida y la salud. Este orden se mantiene en Laya, que es la disolución de los sentidos durante el sueño profundo, y en la proyección en el estado de vigilia, cuando despertamos.
Mientras la mente esté centrada en las comodidades del cuerpo, no habrá sueño. Esa es la razón por la cual un hombre enfermo no puede dormir. La enfermedad hace que su mente piense más en el cuerpo. A mayor conciencia del dolor corporal, menor el sueño. Pero en casos en los que el dolor es intermitente, el paciente se duerme en los intervalos.
El sueño se caracteriza por la completa pérdida de conciencia y la total relajación del cuerpo. Cuando un hombre está dormido, el cuerpo y la mente descansan completamente. La mente reposa en el corazón y goza de la beatitud del Espíritu o atman. La energía perdida en las diversas actividades se recupera durante el sueño. Por lo tanto, dormir es muy esencial. Sin dormir, los nervios y los diversos órganos se debilitan y decaen pronto.
El sueño es más refrescante por la noche porque no hay sonidos perturbadores. Es más, la mente está muy fatigada después del trabajo del día. La noche es el tiempo natural para dormir. El día es para la actividad. Cuando estamos en sintonía con las leyes de la naturaleza, estamos felices y saludables y podemos alcanzar el Turiya o iluminación. La violación de estas leyes lleva a consecuencias desastrosas. ¡Que todos ustedes descansen en ese sueño sin dormir, el Turiya o cuarto estado que trasciende los otros tres, donde no hay mundo ni cuerpo, ni vigilia, ni ensueño, ni sueño profundo! (Continuará)


Parte III

Del mismo modo en que un pájaro vuela en el cielo al amanecer y que vaga por las alturas en busca de comida, a lo largo del día, tiene un completo descanso en su nido en el árbol durante la noche, también el Jiva o alma individual, después de vagar en el denso bosque de los objetos sensuales todo el día, va a su morada llamada Karana Sharira (cuerpo causal) y goza de la felicidad del Sushupti o sueño profundo.
El hombre trabaja duro durante el día de modo de obtener lo que más merece. Es sacudido de acá para allá por las dos corrientes y trajines de la vida. Por lo tanto, se cansa. La naturaleza lo toma en su regazo a la noche para aliviar sus nervios cansados y su cerebro, lo refresca y le provee energía nueva y vigor de modo que pueda continuar con sus actividades al día siguiente.
El sueño es el tónico natural y esencial para una vida saludable. Cuanto más sueño profundo uno tenga, más saludable estará. Las horas de sueño necesarias dependen de la capacidad física y mental que tenga para recuperarte de la fatiga. Sin suficiente sueño, no tendrás eficiencia. La cantidad de sueño requerida varía con la edad, el temperamento y la cantidad de trabajo que uno haga. Según un viejo adagio, un hombre debería dormir seis horas, una mujer siete y un tonto ocho. En la medida en que la edad avanza, la persona requiere menos sueño. Un niño necesita diez horas de sueño. Para un hombre de 60 años o más, seis horas de sueño pueden ser suficientes.
Pero hay de sueños a sueños. Como ya se ha dicho el sueño con ensueño es el más común y no permite un buen descanso. Ese se manifiesta con lapsos de sueño, interrumpidos por esas vivencias del ego que se recrea durante el lapso del sueño y dependiendo del tipo de mente o de personas serán más o menos densos esas ensoñaciones. Ahí se manifiestas Suenos de miedo, de preocupaciones, angustias, tristezas, lujuria.  En cambio en un sueño profundo, sostiene el maestro Sivananda, la mente deja de reflexionar sobre objetos. La mente entra en la arteria coronaria o el Nadi del corazón, desde allí al pericardio, desde éste al interior del corazón. El Jivatma o ser realizado entra en el templo corazón donde se encuentra su Ser o divinidad y descansa.  
Es en ese espacio donde el hombre relajado y auto realizado puede tener experiencias de conciencia ampliada o visiones de la otra realidad como ir a vidas pasadas, futuras o viajar en sentir que vuela por distintas regiones o bien le llegan mensajes o solución a un asunto que traía pendiente. Este tipo de sueño  no le resta energía, al contrario lo recargan y su estado puede recordar con claridad ese tipo de Suenos o visiones.
Sivananda recomienda, para que tengas un excelente sueno los siguientes pasos:
1.      No tomes ningún medicamento hipnótico.
2.      Toma un baño caliente antes de acostarte.
3.      Alguna bebida liviana y refrescante, como leche, chocolate, es excelente, justo antes de acostarse. Esto desvía la sangre desde el cerebro al estómago.
4.      Cuida que el dormitorio esté bien ventilado.
5.      Asegúrate un colchón firme para dormir.
6.      Usa mantas livianas pero abrigadas.
7.      No uses ropa ajustada.
8.      Evita todo estimulante durante el día, especialmente hacia la noche. Deja el café, el té, los alimentos irritantes y demás.
9.      Si eres un trabajador cerebral, debes hacer una buena cantidad de ejercicios. Una buena caminata rápida por la mañana y la noche contribuirá mucho a que tengas un buen sueño reparador por la noche.
10.  Toma sol; deja que bendiga tu espalda con sus rayos reparadores.
11.  Si sufres de persistente exceso de sangre en el cerebro, lo que se indica es una almohada algo más gruesa. Eleva tu cabeza un poco más.
12.  Duerme de tu lado izquierdo – este es el método de los Yoguis. El Nadi Pingala (orificio nasal izquierdo) operará y te dará un sueño reparador.
13.  Una hora de Japa y meditación antes de acostarte es el mejor de todos los tónicos. Tendrás una mente Sáttvica (Mente suave y relajada) al irte a dormir y obtendrás abundante energía en el sueño.
14.  No te preocupes si tienes insomnio. Repite el Nombre del Señor. Utiliza este somnífero para tu mejor crecimiento espiritual. La condición anormal pasará.
15.  Mastica algunas hojas de lechuga justo antes de acostarte.
Otra técnica que los yoguis recomiendan cuando no puedes dormir o tienes insomnio inhala sólo por el orificio nasal izquierdo, llamado Ida, cierras ese orificio y exhalas por el orificio derecho, llamado pingala. Esto lo haces durante dos minutos y los resultados son maravillosos. Esta técnica se llama respiración alternada. Buen sueño.

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