El arte del amor
Prócoro Hernández Oropeza
El amor parece un bien de lujo en el mundo, pocos tienen
acceso a él o lo confunden con una mercancía que se intercambia por un beso,
abrazos, apapachos, saldar un deseo carnal o soldar una soledad o una herida
del corazón. El amor es más que eso, es una ley superior que la humanidad ha
olvidado o menospreciado.
El Mahatma Gandhi, el alma grande, sostenía que debía haber
una ley superior que la de la destrucción. Únicamente bajo esa ley ordenada, la
sociedad puede ser inteligible y la vida digna de vivirse Sí, esa Ley del Amor es la ley de la vida
debemos ponerla en práctica diariamente. Donde quiera que haya guerra, donde
quiera que nos enfrentemos a un oponente, debemos conquistarlo por la ley del
amor. La voz de no violencia de Gandhi apela a las más elevada consciencia del
hombre y decía: No de la destrucción, no del aniquilador, sino del creador, de
la construcción. Haced que las naciones no sean aliadas de la muerte, sino de
la vida.
Si revisamos las páginas de un diario local, nacional o las
secciones internacionales, se observa que el mundo no está en paz, la humanidad
sigue envuelto en crisis permanentes, en graves conflictos, no sólo entre
hermanos de un país, sino en desavenencias regionales o entre naciones. Crímenes
cada más desalmados, violencia despiadada, iracundos enloquecidos. La paz es un
anhelo que parece inalcanzable para muchos.
Buddha Siddhartha Gautama decía que el odio no cesa por el
odio en ningún momento; el odio cesa por el amor: esta es la ley eterna.
Cierto, el odio no disminuye con el odio. El odio disminuye con el amor. Ni el
odio ni la venganza son la solución. No debemos alimentar ni la violencia
ni la ira hacia los demás ni hacia uno mismo, porque eso solo aumenta ese
sentimiento negativo. El auténtico bienestar está en querernos a nosotros
mismos y en desearles lo mejor a los demás aunque pensemos que no se lo
merecen.
Por la ley del amor reconocemos que todos somos una
fraternidad, todos somos una gran familia habitando este bello planeta. Y lo
hemos dicho antes, la paz exterior no será posible mientras no exista paz
interior. Mientras en nuestro interior se libren grandes batallas entre
nuestros demonios y nuestra verdadera esencia, no podrá haber paz interior, ni
con quienes nos rodean; con nuestros hijos, hermanos, vecinos, parientes o
familiares.
Decían los antiguos maestros que como es adentro es afuera,
entonces lo que acontece en el exterior sólo es un reflejo de nuestra realidad
interna. Si existe ira, orgullo, desconfianza, envidia, gula, avaricia en
nosotros, eso mismo estaremos proyectando hacia el exterior. El mensaje de las
más antiguas filosofías y tradiciones espirituales nos impelen a buscar primero
la paz interior como un requisito para que nuestro entorno esté en armonía, paz
y amor. Para ello es necesario generar adentro un estado de calma y serenidad,
eliminando el conflicto interior de nuestra psique y a partir de ello ser
capaces de contagiar a nuestro alrededor el estado de paz profunda y vida que
soñamos para nuestro mundo. Te invitamos este viernes 27 de Octubre a festejar la
paz interior en el Hotel Holiday In Express a las 7 de la noche, entrada libre.
El amor está contenido en nosotros, y si no expresamos el
amor vamos a expresar al ego y con ello estar expuestos a las enfermedades que
se originan desde la expresión del ego. La enfermedad es la ausencia o falta de
expresión de Dios en cada uno de nosotros. Por ello Pneuma Institute, una
asociación Multicultural realiza un programa de actividades culturales y
filosóficas mediante meditaciones, conferencias, poesía y música. Es por ello que
como organización promovemos el día 27 de Octubre como Día Internacional de la
Paz Interior. Este evento se lleva a cabo en diferentes países como Italia,
España, Portugal, Australia, Alemania, Canadá, Estados Unidos y México, entre otros y
la intención es que año con año esto se celebre en más países.
Aspiramos a que el 27 de Octubre sea un recordatorio de que
la Paz es posible y está al alcance de nuestra mano si ponemos nuestro empeño y
nuestro compromiso diario, instante a instante, pacificando nuestra mente,
emociones, palabras y gestos.
Queremos contagiar
nuestro entusiasmo para que libremos la batalla interior y eliminemos a
nuestros demonios rojos que nos mantienen en el sufrimiento y la desesperación.
En medio de la discordia, sea mundial, nacional, familiar hay que elegir la
paz. Hay que expresar al amor, intensificar el amor, Hay que amar y amar más,
no cansarnos de amar.
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