Los pensamientos negativos
Prócoro Hernández Oropeza
Primera parte
Se ha escrito mucha literatura acerca de los pensamientos
negativos versus los pensamientos positivos. Existen corrientes que proponen
eliminar los pensamientos negativos y trocarlos por positivos. Es un método
positivista que propone ver todo en positivo, a pesar de que los eventos que
nos suceden sean negativos. En parte tienen algo de razón, pero no toda. En el
ramo empresarial, hace más dos décadas surgieron motivadores que iban a las
empresas u ofrecían cursos al público para que se llenarán de positivismo.
Luego de ofrecerles un contexto del porqué surgen los pensamientos negativos y
cómo estos roban energía, nos devalúan y generan baja autoestima o son el reflejo
de una baja autoestima, los motivadores pedían al auditorio que cada vez que
tuvieran un pensamiento negativo se pusieran frente al espejo y se dijeran o
repitieran frases como estas: Soy feliz, soy poder, soy amor, soy hermosa, yo
puedo, yo triunfo, yo merezco, yo, yo, yo.
Sí, los participantes salían muy contagiados de un
entusiasmo artificial, pero luego de 24 horas se olvidaban de esas frases o si
las repetían algo no funcionaba bien y días después volvían al estado anterior
con baja autoestima, ira, resentimiento, miedo. Hace menos de una década se
volvió a poner de moda la llamada Ley de Atracción, que en síntesis expresaba
que tú eres lo que atraes. Atraes los eventos, tu pobreza o riqueza, tu salud o
enfermedad, tu felicidad o tu sufrimiento en función de lo que piensas o de lo
que eres.
Si tus pensamientos son de amor, prosperidad atraerás a
personas con esas mismas modalidades. Esta ley es muy antigua y se le atribuye
al egipcio, al tres veces maestro llamado Hermes Trismegisto, plasmada en un
librito pequeño, pero de mucha sabiduría denominado “El Kibalion”. En su
primera ley, "EL Todo es Mente. El
Universo es Mental" señala que: “Todo cuanto hay dentro del Universo
pertenece a una creación mental. Nos movemos, vivimos, creamos, sentimos y pensamos
dentro de una mente, que crea el Todo. Somos parte de él. No existe nada fuera
del Todo. Por eso, por afinidad, nuestros pensamientos atraerán a nuestra vida
formas mentales similares.”
Sostiene que nuestra mente es parte de ese creador, de Dios
y es verdad, pero con el tiempo y nuestras caídas como humanidad perdimos esa
conexión y nuestros pensamientos son superficiales o más bien responden a otras
entidades que no es a Dios. Esa mente está controlada por esa mente inferior o
manas como la llaman los hindúes. Una mente gobernada por nuestros demonios o
yoes. Y de ahí provienen todos esos pensamientos negativos, pensamientos de
ira, desamor, resentimiento, miedo, envidia, orgullo, pereza, codicia, lujuria.
Pero el hombre piensa que lo que está pensando provine de él mismo, que él
mismo está pensando. No es verdad, son las proyecciones de esos yoes que
llevamos dentro. Lo peor es que nos identificamos con esos pensamientos y
creemos firmemente que nosotros los producimos. En realidad, cada pensamiento
negativo proviene de uno de esos yoes. Por eso Hermes Trismegisto decía que
para que esos pensamientos fructifiquen buenas acciones, expresen el amor, le
éxito verdadero, estos tienen que salir desde la conciencia. Pensar, orar, o
hablar sin conciencia de lo que se dice o piensa, no tiene ningún efecto, eso
es desperdiciar la energía.
De acuerdo a esta ley los acontecimientos que se nos
presentan son creaciones mentales nuestras y su calidad, buena o mala,
dependerá de nuestros pensamientos, por lo que es muy importante que tengamos
el control de ellos, y que estén concentrados en lo que estamos haciendo sin
permitir que vaguen, sin identificarnos con los pensamientos negativos, pero lo
más importante es eliminar a esos yoes que son los verdaderos creadores de esos
pensamientos negativos. Es importante comprender que cuanto más nos
identificamos con un pensamiento negativo, tanto más esclavos seremos del
correspondiente yo que le caracteriza.
El maestro Samael Aun Weor indica que esos Yoes negativos y
pendencieros se apoderan fácilmente de ciertos rollos mentales almacenados en
nuestro Centro Intelectual y originan secuencialmente corrientes mentales
nocivas y perjudiciales. Si aceptamos esos Yoes negativos, que en un momento
dado controlan nuestra mente, nuestro centro intelectual, seremos entonces
incapaces de liberarnos de sus resultados, los cuales son perjudiciales. Non
enojamos, nos irritamos, sentimos miedo, odio, desilusión, aversiones,
antiamor. Sólo estaremos expresando esa mente inferior controlada por los Yoes.
Sólo pocas veces nos conectaremos con nuestra Mente Superior o Manas superior,
conectada con nuestro maestro interior o Ser o dios interior y por tanto con la
felicidad, el amor, la paz interior, la comunión. Continuará
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