Los maestros espirituales, pilares de sabiduría II

Prócoro Hernández Oropeza
Los grandes maestros o sabios o avatares, antes de realizarse debieron trabajar en su progresión espiritual durante sus vidas pasadas. Fueron trabajos fuertes, constantes y disciplinados, porque sólo de esa manera se puede ascender en la escalera de la progresión espiritual. Quien no trabaja, quien se olvida de sí mismo, de su verdadera esencia, sólo vive en el plano horizontal, sin expectativas, sin futuro, sólo lo que pueda realizar en términos materiales en esta vida terrenal. En la próxima vida tendrá que retronar y continuar viviendo en la mecanicidad de la vida, sin saber cuál es el propósito de sus constantes retornos o encarnaciones. Vivirá los mismos guiones de su vida pasada con idénticos dramas y sufrimientos y con las mismas personas con las cuales convivio en el pasado, aunque asumiendo diferentes roles.
En este planeta como en otros universos existen diversos linajes conformados por guías o maestros espirituales. Posiblemente cada esencia, como una emanación de Dios, ha pertenecido a un linaje y en algún momento se desconectó, nos alejamos y caímos en un estado de sueño profundo, pensando que sólo somos víctimas del señor tiempo. En este estado no podríamos pensar o creer que hemos tenido muchas vidas antes ni de pertenecer a algún linaje espiritual. El Ser, esa parte divina sí lo sabe, por ello, en algunos momentos sentimos un llamado a salir de esta mecanicidad, del sufrimiento y a buscar la felicidad, el amor. Por ignorancia buscamos la felicidad y el amor afuera y ahí nunca le encontraremos, sólo pequeños atisbos, pero no la felicidad perenne, no el amor verdadero.
Cuando ese anhelo se hace fuerte entonces buscamos el conocimiento, buscamos guía, algo que nos aporte respuestas acerca de quiénes somos realmente, de cuál es nuestra verdadera identidad.
Cuando el discípulo de Krishna, Arjuna descubre que él es su maestro le dice:   “Dime qué es lo mejor para mí. Soy Tu discípulo. Instrúyeme, me he refugiado en Ti”.  – “Me he entregado a tus pies porque no conozco la verdad. Pensé que la conocía, pero viendo cómo no te impresiona mi enseñanza, siento que puedo estar equivocado. Entonces, me entrego a tus pies”. – “Yo soy tu discípulo”.  En ese momento Arjuna se dio cuenta de su ignorancia y le dice: -“Mi ilusión ha sido destruida, ya que he obtenido conocimiento (recuerdo) por medio de tu gracia, oh, Krishna. Estoy libre de dudas. Actuaré según tu palabra”.
Para llegar a este estado de progresión espiritual el discípulo no requiere estar versado en filosofía o poseer un título académico, al contrario. Los grados académicos no importan, sí importa el anhelo y la pasión por encontrar esa luz que despeje su camino en la mente para trascender. Afirman los maestros que para lograrlo se debe uno liberar de esa suciedad llamada conocimiento mundano, puede que necesites un instructor espiritual que te dé conocimiento sobre el Ser, pero para obtener conocimiento del Ser, nada de eso funciona. Es sólo la Gracia del Maestro que fluye directamente en tu corazón sin la interferencia de tu mente lo que genera ese conocimiento del Ser.
Sri Swami Sivananda afirmaba: “El Guru es la experiencia del discípulo y el Guru no necesita saber cuándo tuvo lugar esa experiencia en ti. Puedes decir, “Usted es mi Guru”; el Guru no necesita decir, “Yo soy tu Guru”. Yo puedo ir al Guru y decirle, “Yo soy su discípulo” cuando estoy preparado para hacer exactamente lo que él me diga que haga. Mientras no se alcance ese estado, uno no puede decir audazmente: “Yo soy su discípulo, usted es mi Guru”.
Así que un gurú verdadero, sea en el plano físico o no, puede mostrarte la posibilidad de la iluminación. Ese darshan, ese destello de realidad, te da una perspectiva del estado espiritual y de tus contenidos psicológicos. Conforme ves con claridad lo que te retiene, comienzas a hacerte una idea de cómo liberar los apegos. Gravitas más hacia la identificación con el alma, con el Ser.

Por supuesto, no todos tienen un gurú en un cuerpo para que les refleje sus apegos y les muestre dónde están estancados. Algunos gurús estuvieron una vez en el plano físico y ahora permanecen en forma sutil en otros planos. Maestros como Cristo, Ramakrishna, Ramana Maharsi, Mahoma o Padma Sambhava. El buscador es guiado por el gurú desde ese plano superior, aunque cuando la fe es débil, es difícil saberlo. Muchas personas son guiadas por esos gurús desde el plano sutil, aunque nunca se encuentren con él en el plano físico.

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