El maestro de la Era de Acuario; Samael Aun Weor IV



Prócoro Hernández Oropeza
Cuarta parte y última parte

Como un gran renovador de la gnosis, Samael Aun Weor afirma que  todas las religiones son perlas preciosas engarzadas en el hilo de oro de la Divinidad. Es una enseñanza esencialmente esotérica y es considerada una ciencia práctica, exacta y precisa para conocernos a fondo y comprendernos interiormente. La Gnosis es tan vieja como el hombre mismo. Nació con el hombre y sigue con él mismo en cada paso que da. En tiempos pasados esta enseñanza fue conocida entre grandes iniciados como la filosofía del hombre práctico; la síntesis de las teorías.
Precisamente porque la humanidad vive con la conciencia dormida, caminando, trabajando, viviendo como autómatas se hace preciso la necesidad de despertar de ese sueño profundo. Las gentes confunden la conciencia con la inteligencia o con el intelecto y a la persona inteligente o muy intelectual, le dan el calificativo de muy consciente. A raíz de ello, Samael Aun Weor escribió un maravilloso libro denominado Psicología revolucionaria. En ella plasma con gran nitidez este proceso de adormecimiento, del que todos los maestros o avataras han venido a advertirnos.  Aun así, la vida del ser humano sigue siendo una vida de sueño, pero él cree que está despierto y jamás admitiría que está sonando, que tiene la conciencia dormida.
En este libro el maestro se preguntaba: ¿Quiénes somos? ¿De dónde venimos? ¿Para dónde vamos? ¿Para qué vivimos? ¿Por qué vivimos? Incuestionables preguntas que todo ser humano debe hacerse si en verdad desea conocer su origen y el propósito de su venida en este planeta.
Esta enseñanza, conocida también como Esoterismo Religioso, no enseña Ateísmo de ningún tipo, excepto en el sentido que encierra la palabra sánscrita "Nâstika": no admisión de ídolos, incluyendo a ese Dios Antropomórfico de la gente ignorante (cosa absurda sería creer en un dictador celeste que sentado allá arriba en un trono de tiranía, lanzara rayos y centellas contra este triste hormiguero humano). El Esoterismo admite un Logos o un Creador Colectivo del Universo, un Demiurgo Arquitecto. Es incuestionable, afirma Samael, que tal Demiurgo no es una Deidad Personal como muchos equivocadamente suponen, sino sólo la colectividad de los Dhyan Chohans, Ángeles, Arcángeles y demás Fuerzas. "Dios es Dioses". Escrito está con caracteres de fuego en el Libro resplandeciente de la Vida, que Dios es el Ejército de la Voz, la Gran Palabra, el Verbo.
Como ejército de la voz ha enviado a diversos Cristos: Entre los persas, Cristo es Ormuz, Ahura-Mazda, la antítesis de Ahriman (Satán).En la tierra sagrada de los Vedas, Cristo es Vishnú, el Segundo Logos, sublime emanación de Brahama, el Primer Logos. El Jesús Indostánico es el avatar Krishna. El Evangelio de este Maestro es similar al del Divino Rabí de Galilea. Entre los chinos antiguos Fu-Hi es el Cristo Cósmico, quien compusiera el famoso "I-King", libro de las leyes, y nombrara para bien de la humanidad, Ministros Dragones. En el país asoleado de Kem, en la tierra de los Faraones, Cristo era de hecho Osiris y quien lo encarnaba pasaba, por tal motivo, a ser un Osirificado. Quetzalcóatl es el Cristo Mexicano que ahora mora en la lejana Thule, el Dios Blanco.
En su primer libro, escrito en Enero de 1950, es "El Matrimonio Perfecto o Puerta de entrada a la Iniciación”, el maestro entrega las claves al lector directamente para introducir al profano en los estudios y acercarlo a la escuela esotérica. Un libro fundamental para el conocimiento del Sí mismo, del conocimiento interior y claves para la auto realización espiritual. Al concluirlo, Samael se declara solamente un mediador entre la humanidad y la Logia Blanca, admitiendo que dichas enseñanzas que entregaba  a la humanidad  las había recibido de la Logia Blanca.
En síntesis, a través de sus libros y conferencias Samael Aun Weor  otorga las claves para abandonar, mediante padecimientos voluntarios y sacrificios conscientes, esa prisión que llamamos EXISTIR. Y, ¿por qué es una prisión el existir? Porque mientras estemos siempre a merced de las circunstancias, no somos dueños de nada. Es decir, siempre nos suceden las cosas como cuando llueve o como cuando truena. Cada situación no es más que el resultado fatal de una causa cuyos trasfondos devienen incluso de otras épocas, lugares y circunstancias.
Samael decía: “Vivimos, pero estamos muertos, es decir, sin darnos cuenta realmente de por qué tuvimos que nacer en la nación que nacimos, por qué somos los hijos de nuestros padres, por qué tenemos tales y cuales amigos; y así por este estilo nos ocurren billones y billones de sucesos a lo largo de esa película que llamamos VIDA.”

Y es mediante la Gnosis eterna, la de hoy y la de siempre, que nos devela su mensaje de los Tres factores de la Revolución de la Conciencia: el del Morir psicológico, el del Nacer por segunda vez a través de la alquimia sexual, y el del Sacrificio por la humanidad.

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