La respuesta está soplando en el viento

Prócoro Hernández Oropeza
Una sorpresa grata saber que el cantante y compositor Bob Dylan ganara el premio Nobel de Literatura 2026 por haber creado una expresión poética dentro de la gran tradición de la música americana. Y sí, el premio o gran parte del reconocimiento es por sus creaciones musicales, pero también por su versatilidad como pintor, actor y autor de guiones. Fue comparado con antiguos poetas griegos como Homero y Safo, quienes también escribieron textos poéticos para ser interpretados con instrumentos musicales.
En los setentas se escuchaba fuerte su música en México, aunque sus inicios fueron a principios de los sesentas. Y aunque no entendía el significado de sus canciones me encantaban e intuía que sus letras eran distintas a las comerciales, que expresaban otros significados. Soplando en el viento fue una de las que más me impactó. En ella se preguntaba: ¿Cuántos caminos una persona debe caminar antes que lo llames un hombre? Un verso profundo y soberbio, comparado por aquella búsqueda de Diógenes de Sínope, filósofo griego , un discípulo de Antístenes. Diógenes vivió como un vagabundo en las calles de Atenas, convirtiendo la pobreza extrema en una virtud. Se dice que vivía en una tinaja, en lugar de una casa, y que de día caminaba por las calles con una lámpara encendida diciendo que “buscaba hombres” (honestos). Cuando le preguntaban del porqué la lámpara, Diógenes decía que buscaba hombres verdaderos. Y es que para varios maestros no hemos adquirido el verdadero título de hombres, somos humanoides, robots que caminamos dormidos, con la conciencia dormida.
Bob Dylan también cuestionaba al hombre violento y decía: ¿Cuánto tiempo tienen que volar las balas de cañón antes de que sean prohibidas para siempre? Detrás de sus canciones había sin duda, una protesta, una incomodidad por la intolerancia, la injusticia, la inconsciencia. ¿Cuántos años puede la gente existir antes de que le sea permitida la libertad? ¿Cuántas veces un hombre puede voltear la cabeza pretendiendo que él no ve? La respuesta, mi amigo, esta soplando en el viento, La respuesta esta soplando en el viento.

Soplando en el viento
¿Cuántos caminos una persona debe de caminar
Antes de que lo llames un hombre?
¿Cuantos mares una paloma blanca debe de navegar
Antes de que duerma en la arena?
¿Cuánto tiempo tienen que volar las balas de cañón
Antes de que sean prohibidas para siempre?
La respuesta, mi amigo, esta soplando en el viento,
La respuesta esta soplando en el viento

¿Cuántos años puede existir una montaña
Antes de que esté descolorida por el mar?
¿Cuántos años puede la gente existir
Antes de que le sea permitida la libertad?
¿Cuántas veces un hombre puede voltear la cabeza
Pretendiendo que él no ve?
La respuesta, mi amigo, esta soplando en el viento,
La respuesta esta soplando en el viento

¿Cuántas veces un hombre debe de alzar la vista
Antes de que pueda ver el cielo?
¿Cuantos oídos debe tener un hombre
Antes de que pueda escuchar a la gente llorar?
¿Cuántas muertes tendrán que pasar hasta que el sepa
Que mucha gente ha muerto?
La respuesta, mi amigo, esta soplando en el viento,
La respuesta esta soplando en el viento

Hijo de Abram Zimmerman, Robert Zimmerman pasó sus primeros años y adolescencia escuchando en la radio blues, country y rock and roll. Escribe poemas desde muy temprana edad al tiempo que aprende a tocar la guitarra y el piano. Luego cambio su nombre a Bob Dylan, según muchos, como homenaje al poeta irlandés Dylan Thomas.
El liderazgo social de Bob Dylan en los sesenta no tenía parangón. Sus canciones The times they are a-changin o Blowin' in the wind, según los críticos le habían convertido en una especie de profeta de la insurgencia juvenil, un movimiento generacional que estallaría en 1968 en Praga, París o México DF.
Sus gritos de rebeldía y de paz se expresan con fuerza en varios versos de sus canciones: “Bueno, estoy predicando paz y armonía / Las bendiciones de la tranquilidad/ Pero sé cuando es el momento de golpear.” En su canción poema Luz de Luna. O bien arremetían contra la mentalidad materialista:
He dejado el juego, me tengo que ir
La olla de oro sólo hace creer.
El tesoro no puede ser encontrado por los hombres que buscan
Cuyos dioses están muertos y cuyas reinas están en la iglesia
Bien por la poesía y por la música que hacen reflexionar, por Bob Dylan con ese merecido homenaje.

Comentarios

Anónimo ha dicho que…
Muchas gracias, amigo Prócoro, tus palabras me llegan al alma, como la luz del Sol en un día claro y despejado. "Samnyasin o renunciante" del 6 de marzo de 2014 me ha acercado a tu blog.

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