Los selfies y la vanidad



Prócoro Hernández Oropeza

Hoy día se han puesto de moda los selfies, un neologismo inglés, cuya traducción al español es auto foto o autorretrato hecho por uno mismo con un teléfono inteligente (o Smartphone), una cámara web (o web cam) o una cámara digital, para ser compartida, por lo general, a través de redes sociales o plataformas de microblogging, como Facebook, Instagram o Twitter.

El objetivo del selfie es para explayar estados de ánimo, alardear logros, diversión o para llamar la atención y compartirlo con sus seguidores o a quien le venga en gana. Pero qué se esconde detrás de esta moda cibernética, de la cual se ha elaborado un código para las poses fotográficas y se han creado herramientas o llamados selfie stick para mejor comodidad del usuario; en el código de poses los más populares son: boca de pez, trompa de pato (duck face), lengua de fuera, mandando beso, alzando una ceja, entre otras. En el fondo subyace el ego de la Vanidad o del orgullo, que encuentra en esta tecnología la mejor forma de explayarse. Según estudios académicos describen que el uso excesivo de Facebook y Twitter despierta el narciso de los usuarios.

Muchos de estos selfies se autorretratan cada día una y otra vez, generalmente en la misma postura y es posteada inmediatamente en sus perfiles sociales y espera a ver cuántos “me gusta” o cuántos “retweets” recibe la foto en cuestión. Y, si, además, le dedican uno o más comentarios su popularidad aumenta y auto estima y por supuesto su narcicismo o lo contrario, viene la decepción. Para la Psicología, el selfie puede constituir un mecanismo de autoafirmación donde se manifiesta cierta compulsión narcisista en el individuo. Es el ego de la vanidad el que se reafirma o cae en la baja auto estima o depresión.

Los estudios revelan que la exposición excesiva de la vida personal revela individuos con baja autoestima y con una permanente necesidad de aprobación y aceptación. Y en edades más tempranas, se considera que el selfie forma parte de un mecanismo de construcción de la propia identidad, en la medida en que esta se muestra a los demás para recibir validación y retroalimentación.

Este sentido narcisista se manifiesta como un trastorno de la personalidad que implica la preocupación por sí mismo y sobre cómo es percibido por los demás. El narcisista está interesado por la satisfacción de su vanidad y la admiración de sus propios atributos físicos e intelectuales.
Diversos estudios confirman que Facebook y Twitter son dos de las redes sociales que más han promovido esta tendencia selfie. En este sentido, los investigadores destacan que la gente que escribe mucho acerca de su personalidad en Facebook demuestra que es bastante insegura y narcisista. ¿Y los que saturan su timeline de Twitter con aspectos de su vida cotidiana? Igualmente significa que necesitan la aprobación de los demás y son, por tanto, narcisistas.

Las redes sociales son una realidad y así como tiene sus aspectos negativos, posee los positivos, ni duda cabe. Pueden servir para difundir principios, virtudes, el cuidado del medio ambiente, denunciar, exaltar las buenas obras, pero también para destruir, fomentar valores negativos, ilusiones , engaños, sorpresas desagradables, fobias, mentiras, prostitución, infidelidad, hasta divorcios e incluso suicidios. Es probable que estos medios, las redes sociales, contribuyen a que la sociedad se esté volviendo más narcisista y fomentan un trastorno de la personalidad que implica la preocupación por sí mismo y sobre cómo es percibido por los demás. El narcisista está interesado por la satisfacción de su vanidad y la admiración de sus propios atributos físicos e intelectuales. Busca su felicidad afuera y se pierde en la ilusión de sus egos. (Datos tomados de la Web Centre Can Rosselló; www.centroadiccionesbarcelona.com)

Comentarios

Entradas populares de este blog

De mil que me buscan

Los tres alimentos

El arquetipo del gato