Rumi, poeta y sabio
Prócoro Hernández Oropeza
La poesía es un lenguaje revelador, misterioso a veces, pero sobre todo, la expresión de lo más sublime o divinal que existe en el hombre. La poesía tiene la magia para trocar nuestros estados de ánimo o describir con precisión matemática los estados del alma; sus vibraciones de luz o de sombras. Un poeta es como un elegido por el halo divino para cantar a las bondades del amor o de las angustias del hombre. Sus musas, aunque pueden ser externas, son las internas las que inducen la armonía, el equilibrio, el ritmo y el sentido del poema.
Moulana Jalalod-din Balji Mohammad, mejor conocido como Rumi, es uno de esos poetas que han sabido expresar esa divinidad y sabiduría interna. Pese a que nació en 1207 en la ciudad de Balj, hoy Afganistán, sus poemas siguen con mucha vigencia y la poseen porque nacieron de lo más profundo de su corazón, de tal forma que ha trascendido la temporalidad, la temática y su estructura. Rumi, además de poeta, fue un pensador y místico sufí del Islam. El sufí es una expresión de lo más refinado del islam y es definido como el Camino del Amor o del Corazón. Nada que ver con la interpretación ordinaria u oficial que muchos musulmanes o la mayoría de ellos interpreta a este libro sagrado del Corán.
Un sufí es un hombre con pies en la tierra y la cabeza en el cielo, aunque de manera literal se puede decir que todos somos sufíes, pero no. Significa que el sufí es un ser que vive el presente, aterrizado, no apegado a sus posesiones, ni a su cuerpo; sus pensamientos, emociones y acciones están dirigidos al altísimo. Es alguien que ha descartado todo lo que no pertenece a su esencia más íntima y ha cultivado el jardín de su corazón, ya que no hay otro lugar para la sabiduría.
Rumi, en su poesía describía esta sabiduría:
Mi corazón, se sienta sólo con aquellos
que saben y entienden.
Siéntate sólo bajo un árbol
que esté lleno de flores.
En el bazar de hierbas y pociones
no vagues sin rumbo
encuentra una tienda con la poción que sea dulce.
Dentro del sufismo se busca liberar al ser humano de las cadenas de la ignorancia para que pueda comprender la esencia inmutable del Ser. Además de buscar un acercamiento amoroso a la realidad se trata de experimentar la vida y el universo como un todo respondiendo a un plan Único, de acuerdo a unas Leyes Universales o Fundamentales.
No todos los ojos pueden ver,
No todos los mares está llenos de perlas.
Mi corazón, canta la canción de la añoranza
como el ruiseñor.
El sonido de su voz lanza un hechizo
en cada piedra, en cada espina.
Primero recuesta la cabeza
a continuación una a una
deja de lado todas las distracciones.
Disfruta de la luz y deja que te guíe
más allá de los vientos del deseo.
Allí encontrará un manantial, aliméntate de sus aguas,
como un árbol darás frutos por siempre.
Disfruta la luz de tu interior, de tu corazón, que esa luz te guíe, más allá de los vientos del deseo, enfatiza Rumi. Qué son los vientos del deseo sino aquellas ilusiones que nos impelen a buscar cosas afuera. A satisfacer a nuestros cincos sentidos limitados y al no hacerlo, decía Buda, somos abatidos por el sufrimiento.
Como una escuela viva, el sufismo busca ante todo hacer un llamado hacia la Unidad de toda la existencia y a que cada ser humano alcance su verdadero estado de plenitud y bienestar e integre en sí mismo la trascendentalidad o espiritualidad, es decir lo más significativo y fundamental que existe en cada uno de nosotros.
Ven, ven, quien quiera que seas:
Trotamundos, fiel, amante del amor:
¿Qué importa?
Nuestro camino no es de desesperanza.
Ven, aun si has roto tus promesas
cientos de veces:
Vuelve, ven de nuevo, ven.
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La brisa de la mañana guarda secretos para ti
No te vayas a dormir.
Debes pedir lo que realmente quieres
No te vayas a dormir.
La gente va y viene a través del umbral
Donde los dos mundos se tocan
No te vayas a dormir.
Jelaluddin Rumi
Rumi nos está invitando a despertar, a ya no seguir con la consciencia dormida, a trascender nuestra animalidad, a convertirnos en hombres verdaderos, no en máquinas humanas, gobernadas por el deseo. Este conocimiento verdadero nada tiene que ver con aquellos que destruyen vidas porque su Dios se los pide. El sufismo es la esencia del islam, la verdad que trasciende el fanatismo, el dogma, la falsa idolatría a un dios tirano. El sufismo reconoce que no hay más que una fuente, un solo creador y todos los avatares, incluyendo Mahoma provienen de esa fuente.
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