Por el filo de la navaja


Prócoro Hernández Oropeza
“Si hay que alcanzar al Eterno, es útil buscarlo en todos y en todo. La búsqueda de la Verdad es el deber del hombre, de manera que pueda avanzar hacia la Inmortalidad”. Sri Ma Anandamayi

Quien inicia un camino espiritual es acosado por diversos obstáculos y circunstancias internas y externas. Es como caminar en el filo de una navaja, en cualquier momento se puede uno caer. Este mundo es el de las tentaciones, de los placeres y deseos. No es fácil abstraerse de ellos. Y esto sucede constantemente, de instante en instante nos olvidamos quiénes somos en realidad y sin darnos cuenta caemos en la fascinación de este mundo material.
Es como cuando vamos a un supermercado a comprar un litro de leche. En el trayecto nos topamos con diversos productos, ofertas que nos despiertan el apetito o el deseo de adquirirlos y cuando llegamos a la caja ya vamos cargados con productos que no pensábamos comprar. Es así como perdemos consciencia y caemos en la identificación de este mundo material y por tanto nos fascinamos con este mundo ilusorio. Sivananda, en su libro La Senda del Yoga escribió: “El Sendero espiritual es acosado indudablemente por diversas dificultades. Es el filo de una navaja. Recorrer este sendero es como caminar sobre el borde de una hoja de afeitar. Te caerás varias veces, pero tendrás que levantarte rápidamente y caminar otra vez con más entusiasmo, osadía y alegría. Cada impedimento se volverá un escalón de piedra para el éxito o un ascenso por la colina del conocimiento espiritual. Cada caída te dará una fuerza adicional para elevarte hasta una gran altura en la escalera del yoga (de tu camino espiritual). No pierdas de vista al objetivo. No pierdas el ideal. No te desanimes. Pronto obtendrás fuerza espiritual desde adentro. El Habitante interior te guiará y empujará. Todos los santos y sabios, todos los profetas y videntes tuvieron que pasar por luchas tremendas y experiencias terribles antes de alcanzar su objetivo. Marcha audazmente, oh maravillosa juventud, y llega al objetivo.”
Samael Aun Weor señalaba también lo difícil que es este camino angosto y estrecho: “El camino que conduce al desarrollo de todas las ocultas posibilidades del hombre, va de hecho contra la Naturaleza, contra el Cosmos, contra la vida social común y corriente, contra sí mismo, contra todo y contra todos. Esto explica porque el camino es tan difícil y exclusivista, por algo se ha llamado: "La Senda del Filo de la Navaja". Este camino es muy amargo, más amargo que la hiel, es lo opuesto a la vida corriente, a la vida de todos los días, se basa en otra clase de principios; está sometido a otras leyes.”
Este camino lo definió antes el rabino Jesús el Cristo:: “Esforzaos a entrar por la puerta angosta, porque os digo que muchos procurarán entrar, y no podrán”. (San Mateo, cap. 7, vers. 13-14; San Lucas, cap. 13, vers. 22-27). Angosta es la puerta y estrecho el camino que conduce al desarrollo de todas las posibilidades del hombre, pero muy pocos son los que encuentran esa puerta y ese camino. Por ello este camino es muy amargo, más amargo que la hiel, sostienen todos los grandes maestros que han pasado por estas sendas. Jesús lo refirió de otra forma: De mil que me buscan uno me encuentra, de mil que me encuentra uno me sigue, de mil que me siguen, uno es mío. Son pocos los que pueden caminar en la senda del filo de la navaja, esta es una gran verdad. Vea cuántos humanos están interesados en seguir una senda de compromiso real con su Ser, en la búsqueda de su verdadera realización espiritual; son pocos, la mayoría andamos perdidos en nuestros deseos, angustias, ilusiones y dramas cotidianos. Muchos creen que con la ley mecánica de la Evolución se podrán desarrollar esas posibilidades, pero eso es falso porque ninguna mecánica puede desarrollar todas nuestras posibilidades latentes.

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