Ya decidí mi voto


Prócoro Hernández Oropeza
A sabiendas que este sistema social es manejado por la logia negra, otros le llaman la matrix, o por gobiernos que sólo usan el poder, el estado para controlar, manipular y generar enconos y malquerencias entre sus gobernados, he decidido votar por el amor, la libertad, la paz interior, la compasión, la humildad y la fraternidad. Como no hay candidatos, ni partidos, ni políticos que asuman estas virtudes como su bandera, me abstendré de participar en esta contienda electoral.
Va mi voto por las aves que no crean ningún conflicto, ni se afligen por el futuro, por los árboles que son seres sintientes y sufren las felonías de los humanos insensibles; por los animales que tienen alma, piensan y sienten y son fraternales con sus congéneres. Voto por esas nubes que vienen cargadas con bendiciones para la madre tierra, por las estrellas que nos señalan el rumbo y nos recuerdan nuestro origen.
Doy mi voto al mar, a los ríos y lagos que son la fuente para saciar nuestra sed. Por aquellos sabios que nos han legado sabiduría y los mapas para retornar a casa. Va mi voto por aquellas mujeres que asumen las dos polaridades de padre y madre, cuando son abandonadas por maridos irresponsables o borrachos. Voto por los niños, aquellos que vienen dotados con la inteligencia necesaria para cambiar los destinos de esta humanidad doliente.
Extiendo mi voto de calidad para aquellos ancianos que han sembrado semillas de amor en sus hijos y ellos son el reflejo de su luz. Voto por aquellos hombres que con su pluma embellecen la vida y recuerdan con sus mensajes nuestro origen divino; por los poetas que con su lenguaje trastocan la realidad y nos pintan grandiosos atardeceres o auroras luminosas. Por los cantantes que con su voz endulzan o sanan el alma.
Mi voto por aquellos que con una sonrisa o con una mirada cambian el destino de una vida en la penumbra de la tristeza. Y voto por las divinidades que han creado este planeta, nuestra galaxia, el universo. Por el sol que nos brinda su luz, sin distinción de razas, países o religiones. Y seguiré votando por aquellos o aquellas que encienden cirios con su mirada o cambian de lugar la tarde, como decía el poeta, Carlos Pellicer.
Pero sobre todo, entrego mi voto contundente a aquellos que han decidió cambiar su destino interior y desean eliminar al tirano que habita en su psique. Si no hacemos una revolución interior y seguimos gobernados por esos tiranos, los yoes, seguiremos creando un país, un sistema con políticos corruptos, insanos e intolerantes. Recuerda: como es adentro es afuera y los grandes maestros nos lo han refrescado: Mahatma Gandhi: “Tú debes ser el cambio que deseas ver en el mundo.” Viktor E. Frankl: “Cuando no podemos cambiar la situación, estamos desafiados a cambiarnos nosotros mismos.” -Albert Einstein: “El mundo que hemos creado es un proceso de nuestro pensamiento. No puede ser cambiado sin cambiar nuestro pensamiento.”
El cambio está en nuestro interior y si lo hacemos ahora, podemos generar pensamientos fraternos, amorosos, divinos y esa será, al final de cuentas, nuestra creación. Voto por el amor, la compasión, el perdón, fraternidad, humildad, generosidad y la paz interior.

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