La verdad de quién
Prócoro Hernández Oropeza
“La verdad es lo que es, y sigue siendo verdad aunque se piense al revés.”
Antonio Machado (1875-1939) Poeta y prosista español.
En nombre de la verdad se han cometido muchas infamias en el mundo. En honor a la verdad perdemos amistades, familia, dignidad y sobre todo la paz interior. Habría que preguntarse ¿quién posee la verdad? ¿Qué es la verdad? ¿Cuánto vale la verdad?
De acuerdo a los diccionarios la verdad es un concepto abstracto de compleja definición. El término procede del latín verĭtas y está asociado con la conformidad de lo que se dice con lo que se piensa o siente. Por ejemplo: si una persona ha pensado cambiarse de ciudad y, ante una pregunta, responde: “Yo nunca me cambiaría de esta ciudad”, no está diciendo la verdad (y, por lo tanto, está mintiendo, que es lo opuesto a la verdad).
La verdad está relacionada con la congruencia entre lo que se piensa, se dice y se hace. No obstante, la gente confunde este concepto. Piensa que la única verdad procede de sus creencias, teorías o filosofías. No existe nada más fiable, verídico que lo que asume como única verdad. Si asumo que soy católico o marxista, mi marco de referencia teórica o religiosa me consigna que esa es la mejor verdad; las otras religiones, los otros dioses son mentiras, ilusiones o falsas creencias.
En la edad media, la iglesia católica poseía la única verdad y aquel que se saliera de esa creencia era considerado un hereje. Tal fue el caso de galileo Galilei, al sostener que la tierra se movía alrededor del sol y no al revés como se venía suponiendo. La iglesia de aquel tiempo tomaba dogmáticamente aquel pasaje de Josué (10, 12,13): «Aquella vez, cuando el Señor puso a los amorreos en manos de los israelitas, Josué se dirigió al Señor y exclamó, en presencia de Israel: "Detente, sol, en Gabaón, y tú, luna, en el valle de Aialón". Y el sol se detuvo, y la luna permaneció inmóvil, hasta que el pueblo se vengó de sus enemigos. ¿No está eso escrito en el libro del Justo? El sol se mantuvo inmóvil en medio del cielo y dejó de correr hacia el poniente casi un día entero». Galileo, al afirmar que la Tierra no era el centro del universo, contradecía a la Biblia, a la autoridad de la Iglesia y a los grandes sabios de la Antigüedad, no entendiendo que muchos pasajes bíblicos sólo son metáforas.
Lo que para mí es verdad, tal vez, de hecho no lo es, para los demás. Para mí la verdad será aquello que he experimentado o ha servido a mi vida. Eso no significa q ue pueda ser de utilidad para otros. Incluso aquellos maestros que se han realizado, han mostrado el camino, han dejado una cartografía; es decir un mapa para transitar un camino de progresión espiritual, pero cada uno debe vivirlo y experimentarlo. Inclusive llegan a decir: Este camino que os doy no es el único ni el mejor, sólo uno que me ha llevado a encontrar mi verdad. Al respecto transcribo un antiguo cuento árabe sobre la verdad.
Una historia sobre la verdad
Cuentan que un rey, obsesionado por los conceptos de verdad absoluta, verdad relativa y mentira, ordenó que todo aquel que en su reino no dijera absolutamente la verdad, fuera ahorcado.
Ese mismo día un santo con fama de loco se presentó ante el rey y dijo:
-Majestad, según tu decreto, hoy me ahorcarás -y riéndose a carcajadas se marchó.
El rey quedó completamente confundido. Si lo ahorcaba, estaría ejecutando a alguien que habría dicho la verdad. Si no lo ahorcaba, dejaría escapar a un mentiroso.
Inmediatamente dio orden de derogar el decreto.
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