Las ventanas del universo

Prócoro Hernández Oropeza
En cada mirada de un ser sintiente, sea humano o animal, se expresan muchos sentimientos, desde muy sublimes hasta los más oscuros. Dependiendo del tipo de persona o animal y de sus circunstancias, será la luminosidad o la oscuridad de su alma.
En la mirada humana se atisba de alguna manera su personalidad, su radiancia, su entusiasmo o su tristeza, dolor, sufrimiento. Cuando la mirada es de luz y amor, esa puede transformar la energía de quien o quienes le rodean. Los ojos son como dos ventanas desde los cuales se atisba el universo interior, pero también pueden ser las de Dios.
Una mirada puede rasgar un silencio de cobre, perforar una tristeza o encender las raíces de una soledad sempiterna y recobrar la sonrisa perdida. Una mirada también puede clavarse como un puñal en el corazón amado, o quemar con su fuego a un destinatario osado. Sin duda, los ojos son las ventanas del alma y es por ello difícil a la gente sostenerse en la mirada, sea en una conversación casual o en un íntimo diálogo.
¿Por qué no me ves a los ojos? suele ser la expresión cuando alguien rehúye o se siente amenazado o injuriado. O cuando la expresión de quien nos mira es agresiva, desafiante o amenazadora. Los ojos, como los otros cuatro sentidos, nos permiten captar todo lo que nos rodea, nos da una visión aparentemente exacta de cómo son las personas, objetos y circunstancias de nuestras vidas. Y digo aparentemente exacta porque en realidad sólo es una ilusión, pero una ilusión tan aparentemente creíble que pensamos eso es la verdadera realidad. Afirma Deepak Chopra que si viéramos con ojos cuánticos, o los ojos de nuestro Dios interno, sólo veríamos vacío por el cual fluyen distintas frecuencias de energía con diversas densidades. Eso lo ha demostrado la física cuántica.
Es por eso que los grandes maestros como Krishna, sostienen que los cinco sentidos son muy limitados para percibir la verdad; existen otras verdades o realidades que sólo pueden ser captadas por los ojos del alma o de Dios. No obstante, por medio de esos ojos podemos percibir señales, mensajes que nos conectan con el dios o los demonios que llevamos dentro.
Cuando hay afinidad o los hilos del amor se conectan mediante una mirada se genera una energía, una conexión luminosa, esplendorosa. Entonces los ojos conectan con la energía del amor, de ese amor que es nuestra fuente, nuestra verdad, nuestra luz. Los ojos son la puerta del amor, una de las puertas del amor, tal como lo expreso en el siguiente poema de mi autoría. Y lo dedico a todas las mujeres que encienden cirios con la mirada, a quien perfumen con ella al alma.

Las ventanas del universo

Tus ojos, Esmeraldas de fuego que irradian dulzura y paz
La eternidad detenida en el tiempo
Las puertas a los insondables misterios del amor
Luz que derrite las barreras del miedo

Tus ojos expresan la sonrisa del alma
Y las aves callan, los ángeles cantan
El sol detiene su marcha, la luna se opaca
¡Ah! por esos ojos se asoma Dios y el universo se ensancha

En esos ojos se condensa la dicha del corazón
Apacigua las tormentas de los desesperanzados
Consuela a los que sufren el silencio de la soledad
A quienes viven en el desierto del desamor

Por esos ojos Dios mira con infinita pasión y… piedad
y nunca se cansa.

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