La respiración circular

Prócoro Hernández Oropeza
"Cuando abro mis ojos al mundo exterior, me siento como una gota de agua en el océano; pero cuando cierro mis ojos y miro interiormente, veo el universo completo como una burbuja levantándose en el océano de mi corazón." Hazrat Inayat Khan "La Sinfonía Divina"
La respiración es vital para la vida humana. Sin aire moriríamos en breve tiempo. El cerebro sólo puede estar cuando mucho cuatro minutos sin recibir el aporte de oxígeno antes de empezar a fallar. El oxígeno es un elemento fundamental para que los órganos y tejidos del cuerpo humano funcionen con normalidad. Nuestra máquina huma posee, por así decirlo, tres fábricas: la digestiva que procesa alimentos; la del cerebro, procesa pensamientos y emociones y la pulmonar, que administra y procesa el aire o el prana, la energía vital.
Los tres tipos de alimentos son igual de importantes para el funcionamiento de nuestro cuerpo. Si desconocemos los principios de una buena alimentación ello se reflejará en nuestra salud. Lo mismo ocurre en cuanto a lo que llevamos a nuestro cerebro. Del tipo de pensamientos, ideas y emociones que captamos, sea a través de la literatura, televisión, cine, internet, será la calidad de nuestra existencia. Si ilustramos nuestra mente con pensamientos y emociones basura o chatarra, del tipo negativo eso generará en nosotros infelicidad, sufrimiento, pesares y también enfermará nuestro cuerpo.
Para el sufismo, una corriente refinada del islam, la respiración es uno de los Once secretos o lineamientos para el desarrollo espiritual. Ellos le denominan la respiración consciente, que consiste en observarla. Para lograr una respiración consciente, que aporte salud en todos los niveles antes mencionados, el individuo tendrá que practicar varios pasos. Primero usar la observación, con ella percibiremos que hay momentos en los que casi dejamos de respirar, momentos en los que nuestra respiración es innecesariamente leve y otros en los que es inarmónica o ajetreada. Mediante la observación, lograremos que esta sea más continua, más profunda, más relajada y por consiguiente más completa, de manera que aporte mayor oxigenación a todo nuestro sistema fisiológico y también la posibilidad de recibir energías sutiles, que antes no hemos contactado. Al observar la respiración de manera tranquila y relajada, habrá la tendencia del cuerpo y del Ser interior, a hacerse de manera circular. Por circular se entiende que toma el mismo tiempo en inhalar y en exhalar.
El solo hecho de desarrollar una respiración circular aporta beneficios crecientes en todos los niveles mencionados: el físico - emocional - mental y espiritual. Si esto se logra durante todo el día generará un estado del Ser diferente a quien no lo hace y aumentará la mesura, la respiración, el ritmo, tranquilidad, paz, atención, etc. de tal persona. Con ello también se beneficia la intención y la atención, muy necesarios para el despertar espiritual. Estas son condiciones necesarias para estar en el aquí y ahora, en atención consciente y disfrutando el momento a momento, en plena consciencia de quiénes somos y a quién pertenecemos. Por ello se dice que el sufí es alguien que ha descartado todo lo que no pertenece a su esencia más íntima y ha cultivado el jardín del corazón, ya que no hay otro lugar para que la sabiduría crezca. Un sufí es un hombre con los pies en la tierra y la cabeza en el cielo. El sufismo es también un modo de experimentar la vida y el universo como un todo respondiendo a un plan Único, de acuerdo a unas Leyes Universales o Fundamentales. Respiración consciente es también respirar a Dios de momento a momento, respirar átomos crísticos. No fue casual, que en el hinduismo, entre los yoguis, existan múltiples técnicas de respiración o pranayama. Precisamente pranayama significa control del prana o energía vital.

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