El acto de respirar

Prócoro Hernández Oropeza
Una de las primeras expresiones cuando nace un bebé es el ahh, un respiro profundo. Debido a que sus pulmones están llenos de líquidos y los diferentes desafíos que supone el parto, el primer respiro del recién nacido a veces es desafiante y estresante. El niño debe comenzar a procesar oxígeno en sus pulmones y lidiar con la circulación sanguínea. Después sólo, sin que nadie le enseñe, respira el aire en automático y así lo seguirá haciendo toda la vida sino es consciente de que hay diversos tipos de respiración y saber respirar y conocer las diversas técnicas de respiración trae grandes beneficios.
En la filosofía yóguica, uno de sus fundamentos es aprender a respirar apropiadamente. La respiración es muy importante para la salud y la vitalidad de las personas. Normalmente se respira con la parte alta de los pulmones y eso significa que no estamos llevando el suficiente oxígeno a los pulmones. En yoga, a este proceso de control de la respiración se llama pranayama, un vocablo que deriva del sánscrito Prana (pra=primera unidad, na=energía) y Yama: (controlar y extender, manifestación o expansión). Es control de la energía vital que extraemos del aire, el prana.
A través de esta energía se puede curar el insomnio, estados emocionales de baja frecuencia como la depresión, ansiedad, confusión, enojo, y calmar estados neuróticos Existe una relación muy estrecha de todo lo que sucede en nuestro organismo y el aire que respiramos y cómo respiramos. En Yoga se considera que el aire es la energía vital, es decir, la vía primaria por donde fluye el prana, de tal forma que el control de la respiración es inseparable del movimiento, quietud o desarrollo de nuestros movimientos, pensamientos y emociones.
En sánscrito aire se escribe pana, por lo que el control del sistema respiratorio es fundamental para facilitar la revitalización del cuerpo gracias al aumento de la capacidad pulmonar y a la oxigenación del torrente sanguíneo. Pero, además, el Pranayama, que significa respiración consciente ayuda a favorecer la atención, la concentración, la serenidad y el equilibrio físico y mental.
Está comprobado que existe una relación entre el control de la respiración y el de las emociones, de tal forma que un cambio en el proceso respiratorio también permite interrumpir o controlar patrones de respuesta emocional no deseados. Por ejemplo el insomnio, un mal de estos tiempos se puede evitar con esta respiración consciente. Antes de dormir basta con que lo haga dos minutos y se acabó esa pesadilla. La técnica es muy simple: bloqué con el dedo pulgar el orificio derecho e inhale por el izquierdo, luego cierre el orificio izquierdo y sólo exhale por el derecho, mantenga ese ritmo por dos minutos y se acaba el insomnio y no sólo eso, también elimina el dolor de cabeza.
¿A qué se debe este milagro? En los dos orificios culminan dos corrientes nerviosas llamadas ida y pingala. En los orificios existen unos alveolos que se conectan con el cerebro y al hacerlo generan cambios en nuestros estados emocionales o mentales. Ida y pingala vienen desde los órganos creativos y suben a través de la columna vertebral hasta llegar a esos orificios. Ida está situada a la izquierda y es de energía lunar, refrescante, calmante. Pingala se mueve por la derecha y se mueve en el sol, es cálida, proyectiva; una es fría y otra caliente. Es necesario saber que el aliento fluye alternativamente, una hora por cada fosa.
Por otra parte, en el aire existen átomos de luz que cuando se respiran correcta y conscientemente pueden llevarnos a estados de éxtasis, combinados con la intención y la guía divina. Existen muchas otras técnicas que por sí solas pueden aportarnos muchos beneficios pránicos y de salud, tales como calmar hambre, sed, eliminar estrés, toxinas, adicciones, controlar nuestros pensamientos y llevarnos a estados de éxtasis.

Comentarios

Entradas populares de este blog

De mil que me buscan

Los tres alimentos

El arquetipo del gato