El camino del Buda
Prócoro Hernández Oropeza
1ª Parte
Buda, en su cartografía o mapa para la iluminación legó ocho caminos, denominado el óctuple sendero. A saber: 1. La visión Perfecta, emoción perfecta, habla perfecta, acción perfecta, subsistencia perfecta, esfuerzo perfecto, atención perfecta y el Samadi perfecto. Todo parte de obtener una visión perfecta o vislumbre de quiénes somos realmente, una intuición que nos permita salir del estado de adormecimiento en que nos encontramos, ese estado ordinario que nos mantiene en la ilusión del sufrimiento. Esta visión nos llevará a la búsqueda de respuestas acerca de quién soy realmente, del por qué vine a esta existencia y cuál es mi misión en ella.
Una vez que se emprende esa búsqueda surge 2. La emoción perfecta, una emoción que no está apegada a los sentidos, sino que surge del corazón, del amor. Esto sucede cuando se elimina todo rastro de deseo neurótico, odio y crueldad y por el contrario se despliega amor, compasión, alegría por la felicidad ajena, profunda tranquilidad y generosidad sin límite.
Ya instalados en la emoción perfecta, surge 3. El habla perfecta como un habla verdadera, afectuosa, útil, que fomenta la concordia la armonía y la unión. Si se trabaja con nuestra habla o comunicación esto lleva directamente a trabajar con Atención consciente y claridad mental. Luego entonces sólo se expresarían palabras divinas, amorosas y compasivas. El cultivo de un habla veraz y positiva abre todas las puertas hacia dentro y hacia fuera. Si se trabajara en este aspecto del sendero y se profundiza en él poco a poco se cubrirían todas las otras etapas.
Entonces se podría llegar a 4. A la acción perfecta. Según la tradición budista lo que hace que una acción hecha a voluntad sea ética o no es el estado de mente con el que se realiza. Se puede hacer desde una mente torpe (Akusala) embargada de avidez (avaricia, estados de deseo neurótico, descontento con todo, envidia) o ignorancia ( no se refiere a la ignorancia académica o a la falta de conocimiento intelectual, sino al no querer saber cómo son las cosas, al meter la cabeza debajo del ala, al egoísmo separador, a la ignorancia espiritual). El otro polo es realizar la acción desde una mente hábil o (Kusala), en estados mentales creativos, amables, bondadosos y claros como generosidad y sabiduría, que es igual a la iluminación, no ofuscación, con cierta apertura mental, perspectiva amplia, claridad de mente en vez de confusión. Si se realizan las acciones desde esta mente, entonces nuestros actos son hábiles o creativos o sabios.
El 5º camino se relaciona con el esfuerzo consciente. Este por lo común se relaciona con un tipo de actitud que hemos de adoptar para poder hacer aquello que no queremos. Esta asociación y otras similares llevan a tener una relación desagradable con el esfuerzo. En el contexto del noble camino óctuple el vocablo que se utiliza es vyama (sánscrito) y su significado estricto es ejercicio físico y está muy relacionado con la gimnasia.
Según las reflexiones de Buda, la connotación de esta palabra indica que la vida espiritual es una vida activa, incluso dinámica. Esto no significa que se deban realizar cosas constantemente o ir deprisa de aquí para allá; significa que se debe estar mental, espiritualmente, incluso estéticamente activo. La vida espiritual no consiste en estar cómodamente tendido en el sofá leyendo la vida, esfuerzos y austeridades… El Budismo, como todos los verdaderos caminos espirituales, requiere esfuerzo y vigor espiritual, sea cual sea la edad que tengamos o el estado del cuerpo.
El 6º camino es la Atención consciente. Smrti (sánscrito) es la palabra que se suele traducir como atención, o atención consciente, y su significado literal es recuerdo o memoria. Atención consciente significa que hay plena consciencia de las cosas, recordar en vez de olvidar, sin tanta dispersión, la concentración es buena, hay continuidad, constancia, los individuos ven por sí mismos, y persiguen el desarrollo.
Los niveles de atención se manifiestan en cuatro aspectos:
Niveles y aspectos de la atención:
1Atención consciente en las cosas. 2 Atención consciente en uno mismo
3 Atención consciente en los demás. 4 Atención consciente en la realidad.
Continuará
1ª Parte
Buda, en su cartografía o mapa para la iluminación legó ocho caminos, denominado el óctuple sendero. A saber: 1. La visión Perfecta, emoción perfecta, habla perfecta, acción perfecta, subsistencia perfecta, esfuerzo perfecto, atención perfecta y el Samadi perfecto. Todo parte de obtener una visión perfecta o vislumbre de quiénes somos realmente, una intuición que nos permita salir del estado de adormecimiento en que nos encontramos, ese estado ordinario que nos mantiene en la ilusión del sufrimiento. Esta visión nos llevará a la búsqueda de respuestas acerca de quién soy realmente, del por qué vine a esta existencia y cuál es mi misión en ella.
Una vez que se emprende esa búsqueda surge 2. La emoción perfecta, una emoción que no está apegada a los sentidos, sino que surge del corazón, del amor. Esto sucede cuando se elimina todo rastro de deseo neurótico, odio y crueldad y por el contrario se despliega amor, compasión, alegría por la felicidad ajena, profunda tranquilidad y generosidad sin límite.
Ya instalados en la emoción perfecta, surge 3. El habla perfecta como un habla verdadera, afectuosa, útil, que fomenta la concordia la armonía y la unión. Si se trabaja con nuestra habla o comunicación esto lleva directamente a trabajar con Atención consciente y claridad mental. Luego entonces sólo se expresarían palabras divinas, amorosas y compasivas. El cultivo de un habla veraz y positiva abre todas las puertas hacia dentro y hacia fuera. Si se trabajara en este aspecto del sendero y se profundiza en él poco a poco se cubrirían todas las otras etapas.
Entonces se podría llegar a 4. A la acción perfecta. Según la tradición budista lo que hace que una acción hecha a voluntad sea ética o no es el estado de mente con el que se realiza. Se puede hacer desde una mente torpe (Akusala) embargada de avidez (avaricia, estados de deseo neurótico, descontento con todo, envidia) o ignorancia ( no se refiere a la ignorancia académica o a la falta de conocimiento intelectual, sino al no querer saber cómo son las cosas, al meter la cabeza debajo del ala, al egoísmo separador, a la ignorancia espiritual). El otro polo es realizar la acción desde una mente hábil o (Kusala), en estados mentales creativos, amables, bondadosos y claros como generosidad y sabiduría, que es igual a la iluminación, no ofuscación, con cierta apertura mental, perspectiva amplia, claridad de mente en vez de confusión. Si se realizan las acciones desde esta mente, entonces nuestros actos son hábiles o creativos o sabios.
El 5º camino se relaciona con el esfuerzo consciente. Este por lo común se relaciona con un tipo de actitud que hemos de adoptar para poder hacer aquello que no queremos. Esta asociación y otras similares llevan a tener una relación desagradable con el esfuerzo. En el contexto del noble camino óctuple el vocablo que se utiliza es vyama (sánscrito) y su significado estricto es ejercicio físico y está muy relacionado con la gimnasia.
Según las reflexiones de Buda, la connotación de esta palabra indica que la vida espiritual es una vida activa, incluso dinámica. Esto no significa que se deban realizar cosas constantemente o ir deprisa de aquí para allá; significa que se debe estar mental, espiritualmente, incluso estéticamente activo. La vida espiritual no consiste en estar cómodamente tendido en el sofá leyendo la vida, esfuerzos y austeridades… El Budismo, como todos los verdaderos caminos espirituales, requiere esfuerzo y vigor espiritual, sea cual sea la edad que tengamos o el estado del cuerpo.
El 6º camino es la Atención consciente. Smrti (sánscrito) es la palabra que se suele traducir como atención, o atención consciente, y su significado literal es recuerdo o memoria. Atención consciente significa que hay plena consciencia de las cosas, recordar en vez de olvidar, sin tanta dispersión, la concentración es buena, hay continuidad, constancia, los individuos ven por sí mismos, y persiguen el desarrollo.
Los niveles de atención se manifiestan en cuatro aspectos:
Niveles y aspectos de la atención:
1Atención consciente en las cosas. 2 Atención consciente en uno mismo
3 Atención consciente en los demás. 4 Atención consciente en la realidad.
Continuará
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